El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina está trabajando en la edición del genoma de la alfalfa para mejorar su productividad. Entre otros caracteres de interés, se busca potenciar el crecimiento y desarrollo vegetativo.
"Mediante la técnica de edición génica vía CRISPR/Cas, logramos generar 4 vectores binarios para la modificación de genes endógenos que permitirán potenciar el crecimiento y desarrollo vegetativo de la alfalfa, como así también obtener un fenotipo de mayor producción de biomasa fácilmente reconocible", dijo Gabriela Soto, especialista en ingeniería genética de leguminosas del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (INTA-Conicet).
Del estudio también participan Emilia Bottero y Margarita Stritzler, del Inta.
Según se explicó, se estudia el retraso de la floración y se trabaja en la tolerancia a condiciones de estrés abiótico y retraso de senescencia. "Para ello, realizaremos un knock out de un gen previamente caracterizado en nuestro grupo mediante mutantes en Arabidopsis", indicó Soto. Agregó que "otro punto que considera la investigación es la fijación biológica de nitrógeno".
El grupo de trabajo de ingeniería genética de leguminosas busca desarrollar una sintética experimental de alfalfa tolerante a herbicidas, editada genéticamente vía CRISPR/Cas9.
Esta tecnología es una herramienta molecular utilizada para "editar" o "corregir" el genoma de cualquier célula (incluyendo las células humanas); algo así como unas tijeras moleculares que son capaces de cortar cualquier molécula de ADN haciéndolo además de una manera muy precisa y totalmente controlada. Esa capacidad de cortar el ADN es lo que permite modificar su secuencia, eliminando o insertando nuevo ADN.
"Esto responde a una necesidad a partir de la problemática existente con las malezas", dijo la experta. Hay más de 120 especies de malezas que generan entre un 50 y un 80% de pérdidas en la productividad potencial en las pasturas de alfalfa.
"La falta de herbicidas selectivos, sumado a la ausencia de cultivares tolerantes y el mal manejo de los lotes, intensifica la aparición de malezas resistentes complejizando aún más el panorama futuro", alertó.
Aníbal Pordomingo, coordinador del programa Carnes y Fibras del INTA, destacó el aporte de la edición génica (EG) para la ganadería en el mejoramiento de animales y las plantas. "El mayor avance en el sector ganadero se va a dar la edición génica (EG) en la producción vegetal, con grandes aportes a la ganadería de la mano de mejores forrajes y alimentos", afirmó.