A partir de ahora, la nueva automotriz oficial del Barcelona será Cupra, la nueva división deportiva de la marca española Seat, que también pertenece al Grupo VW.
Tiene lógica: Seat es una marca de origen catalán, con sus cuarteles generales muy cerca de Barcelona. La intención de Seat es convertir a Cupra en una marca independiente con orientación deportiva, por más que hasta ahora siga utilizando carrocerías, plataformas y motores de modelos urbanos.
La ruptura de Audi con el Barcelona se debió a un "desencanto mutuo", según informó la prensa catalana. En el club consideraban que el patrocinio no generaba los ingresos que esperaban, teniendo en cuenta que los Anillos entregaban autos a todos los jugadores y tenían grandes carteles en el estadio de Camp Nou.
Desde Audi, al mismo tiempo, también dejaron trascender ese "desencanto mutuo". Por contrato, los jugadores estaban obligado a asistir a todos los entrenamientos oficiales manejando los autos que Audi les renovaba con cada comienzo de temporada. De esa manera, la automotriz se aseguraba que, a la salida y entrada de las prácticas, los jugadores realizaran declaraciones a la prensa al volante de un auto con Anillos. En la realidad, muchos integrantes del plantel concurrían con sus vehículos particulares, en muchos casos más llamativos, más coloridos y menos alemanes, como Ferrari y McLaren.
Lionel Messi era uno de los pocos que cumplía con el contrato. En los últimos años, siempre eligió modelos con motores potentes, pero con carrocerías familiares: SQ5, SQ7 y -más recientemente- RS 6 Avant Quattro, con un V8 biturbo de 605 caballos de potencia. El delantero argentino sólo manejaba sus autos particulares los días de franco. Su favorito: una Maserati GranTurismo MC Stradale
¿Y qué podrá ofrecerles Seat Cupra a los jugadores del Barcelona? Por ahora, no mucho. El único modelo de la gama hasta el momento es una SUV derivada de la VW Tiguan: la Cupra Ateca, con un motor 2.0 turbo de 300 caballos. ¿Y qué le ofrecerá Seat Cupra al club? Bastante más. Se habla de un contrato de cinco millones de euros al año, renovable por cinco años.
El Barcelona rompió con Audi. Y los primeros en lamentarlo serán los jugadores.
