El gobierno de San Luis le pidió al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (Senasa) la suspensión de la faena de cerdos luego de que se confirmaran 32 casos de triquinosis en la provincia.
El reclamo surgió luego de que se comprobara que los chacinados contaminados provenían del frigorífico de la localidad de La Punilla, donde el elaborador que los vendió faenó los cerdos que compró a productores de la zona.
"La garantía sanitaria del frigorífico de La Punilla es nula en lo referido a los análisis de triquinosis", confirmó Luis Giménez, jefe del Subprograma Control de Producciones Primarias (ex COSAFI) del Ministerio de Producción, luego de desarrollar un trabajo de campo junto con profesionales del Ministerio de Salud.
Giménez explicó que el veterinario responsable de ese frigorífico, que analizó los cerdos, utilizó "un método casi en desuso por lo impreciso para determinar la existencia de triquinosis".
Por eso, anticipó que el Senasa deberá realizar la faena sanitaria y la despoblación de ese establecimiento, donde estaban los cerdos positivos. Asimismo, se le exigirá que no le emitan más el Documento de Tránsito Electrónico (DTE) para la faena de cerdos hasta que el frigorífico ponga en marcha el equipo adecuado para análisis de triquinosis y suspenda al médico veterinario responsable.
"Este frigorífico faena muchos cerdos para terceros, entre ellos, importantes fábricas de chacinados de Juan Llerena y Carpintería, a quienes les comunicamos la situación y les sugerimos que no faenen allí", informó el directivo.
En ese sentido, señaló que la autoridad municipal de La Punilla "siempre se manifestó ajena al hecho, como que la responsabilidad de la búsqueda y determinación del origen de los chacinados contaminados es de los organismos del gobierno provincial, cuando ella es la responsable directa de la salud alimentaria de la población de su localidad".
"Cuando entendió la gravedad de lo ocurrido, recién pidió conocer los procedimientos que hizo el gobierno", disparó.