Está a punto de concretarse, después de un cuarto de siglo, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur . La primera conversación sobre este tema fue en 1994, la primera acta se firmó en 1995. El primer documento oficial es de 1999. Eso después durmió, prácticamente, hasta 2010. Y ahora está a punto de firmarse.
El año pasado, los negocios bilaterales sumaron, entre exportaciones e importaciones, 100 mil millones de dólares, con balanza comercial positiva para el Mercosur. Esto implica que el acuerdo podría abrir una cantidad de oportunidades de negocios porque los dos bloques regionales podrían negociar libremente.
Siempre se habló que una de las principales trabas era entre Francia y el sector agrícola argentino. Pero, en realidad, las principales diferencias estaban entre Alemania y Brasil por el sector automotriz. Ese era uno de los principales problemas que dificultaba el acuerdo. El año pasado, la Argentina quiso llegar al acuerdo antes de fin de año y no lo logró por esta traba.
Luego de la firma, un paso importantísimo que costó un cuarto de siglo, se entra en un proceso de revisión. En el mejor de los casos, llevará alrededor de seis meses. Luego, se requiere la aprobación de los Congresos de los países del Mercosur, no de la Unión Europea, lo aprueba el Parlamento Europeo y se terminó.
Esto es también un avance importante porque, con el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil, estaba puesta en dudas la continuidad del Mercosur. Esto es un enorme avance, y, obviamente, algo que el gobierno argentino tratará de capitalizar como un ejemplo concreto del discurso de "inserción al mundo".