La provincia de Santa Fe presentó el Protocolo para Prevención y Mitigación de Explosiones de Polvo en plantas de Acopio y Terminales Portuarias que manipulen cereales, oleaginosas y subproductos sólidos derivados para todo el territorio de la Provincia de Santa Fe. El sistema mejora el ambiente laboral y evitar los riesgos de explosión en las plantas.
El protocolo resultó tras realizar estudios y acuerdos entre las cámaras y empresas de las terminales portuarias y los sindicatos respectivos.
"Con este protocolo hemos logrado lo que representa como producto del dialogo y el trabajo en común de las tres partes que intervienen en la vida económica del país: el Estado como regulador y arbitro, los trabajadores y sus organizaciones gremiales, y las cámaras empresarias y representantes de las empresas; ese trípode que cuando funciona logra resultados que nos muestran un camino posible, no solamente para resolver el problema de las explosiones en los silos o en los acopios sino también los otros problemas que tenemos en la provincia, en la región y en el país", sostuvo el gobernador Miguel Lifschitz.
El acto tuvo lugar en la sede de la gobernación en Rosario con la presencia del gobernador Miguel Lifschitz, el ministro de Trabajo y Seguridad, Julio Genesini.
El protocolo surgió del trabajo mancomunado de más de un año entre el Ministerio de Trabajo de Santa Fe con el Sindicato de Aceiteros, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Agricultores Federados Argentinos (AFA), Sociedad Gremial de Acopiadores de Granos y la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de San Lorenzo,
"Es una herramienta que permitirá eliminar y o reducir las posibilidades de explosiones de polvo en los lugares de trabajo, en la medida que todos los actores que participaron crean y cumplan el compromiso que se asumió cuando esto comenzó", señaló Fabian Cancio, referente Seguridad e Higiene del sindicato Urgara.
El sindicato apuntó que "a partir de hoy empieza una segunda etapa, la de implementación y aplicación de este protocolo, teniendo en cuenta que empresas, gremios y Estado deben cumplir con este compromiso asumido".
En este orden indicó que "las empresas les corresponde la adecuación y mejoras de sectores de trabajo, transformándolos en seguros; a los gremios, la exigencia y el control en la mejora continua, y al Estado, el control permanente, la fiscalización y la aplicación de sanciones severas para quienes no cumplan el compromiso asumido", concluyó Urgara.