La empresa Saputo es desde hace dos meses la láctea número uno de la República Argentina. La compañía de capitales canadienses está recibiendo alrededor de 3.210.000 litros de leche diarios, en el promedio de lo que va en el mes de mayo. La Serenísima de Mastellone Hnos. quedó en segundo lugar.
Una agresiva política de captación de leche por parte de Saputo en la provincia de Buenos Aires, en especial en Abasto Norte y oeste de la provincia; y una fuerte pérdida de leche de La Serenísima en la misma provincia a manos de Adecoagro y otros actores, revirtieron el orden de las dos principales empresas lácteas (Saputo y Mastellone Hnos.), consolidadas en ese lugar desde la caída de SanCor.
En Buenos Aires, Saputo está pagando y ofreciendo valores superiores a los que paga en Córdoba y Santa Fe (ofreció hasta $14,30 para la leche de abril y un peso más para la leche de mayo).
La elección de Buenos Aires como centro de la disputa de la leche no es casual, ya que Saputo mantiene acuerdos muy sólidos con tres lácteas santafesinas, con las que decidieron no tocarse los tambos, en tanto que en Córdoba, con la mayor capacidad de pago que van adquiriendo las Pymes queseras, con los consistentes aumentos en puerta de fábrica, captar leche se torna difícil, máxime cuando la información respecto a precios por fuera de los que se pagan en el mercado corre con mucha velocidad.
Pero a la vez, la sangría de leche que sufre La Serenísima que no se movió de un techo de 13,50 pesos por la leche de abril, aumentó la brecha entre ambas compañías. Hoy la firma fundada por Pascual Mastellone, tiene un recibo total de sus plantas del orden de 2.950.000 litros, en el promedio de lo que va de mayo.
Los números de recibo de leche son celosamente mantenidos en secreto por directivos de las grandes y en el mismo Centro de la Industria Lechera; que con el comando real de Héctor Molfino -el hombre que posee el mayor poder en la estructura de Saputo en Argentina- ha prohibido filtrar precios y recibos de leche.
En Argentina, Saputo se comercializa bajo la marca La Paulina, principalmente, y también con las marcas Molfino y los quesos Saputo Premium Gold (muzzarella), Stella y Ricrem.
La sangría de leche en La Serenísima
"La razón de porqué nos fuimos es bastante sencilla: Es por precio; es decir por una cuestión estrictamente de conveniencia comercial. Los tamberos la pasamos muy mal en 2018, y además desapareció SanCor como comprador, de esta forma La Serenísima quedó como empresa superdominante en nuestra zona. Los tambos bajaron fuerte su producción, otros se fueron del negocio, se cayó la producción, e ingresamos a 2019 con un escenario donde la leche es un bien escaso y aparecieron Adecoagro y otras empresas, ofertando mejores precios. Es así de simple, competencia pura, apareció de nuevo una empresa fuerte que buscaba leche y pagaba más", subrayó un productor del oeste de Buenos Aires.
En una entrevista con el diario La Nación, Carlos Agote, presidente de Mastellone Hnos. aportó su punto de vista: "Venimos de unos meses en los que faltó leche, con una caída del 15% en la producción, lo que nos llevó a que prácticamente hoy no tengamos stock en nuestras plantas. Pero lo peor ya está pasando. Ya empieza a haber una pequeña recuperación, pero seguimos un 10% abajo en producción respecto del año pasado". Lo real es que parte se explica por la baja de la producción de los tambos remitentes, pero otra parte, calculada en unos 250 mil litros se explica por la ida de productores que remitían a La Serenísima.
El actual cuadro de situación ha llevado a que La Serenísima se apreste a tomar medidas, y para ello va sondeando a medianos productores, de Córdoba y Santa Fe para la nueva etapa de la empresa. Está en línea con lo que expresado por Agote: "Ahora estamos trabajando para sacar nuevos productos en combinación con Arcor y en los próximos meses va a haber novedades de algunos proyectos con marca compartida. Tenemos una relación muy fuerte y de gran coordinación en el plano financiero y en los comités ejecutivos en los que participan. Son mucho más que un inversor común, partiendo de que se trata de empresas con un pasado muy parecido y que tuvieron una transformación similar. Además, queremos aprovechar la estructura de Arcor para crecer en la región. Ya estamos en Paraguay y Bolivia, y el próximo mercado adónde vamos a llegar es Chile".
Por José iachetta, Redacción TodoAgro