Los hermanos Darío y Juan Manuel Donate son de la ciudad de Campana (norte de la ciudad de Buenos Aires) y, junto a un grupo de amigos, se han puesto a fabricar un biodigestor flexible, en bolsa, semicontinuo, que permite transformar los desechos de animales en fertilizante líquido y biogás.
El sueño de tener energía en el campo, generada a partir de los residuos de establecimientos pecuarios, está mucho más cerca. Y es que este desarrollo nacional resulta mucho más accesible que los costosos biodigestores importados.
Juan Manuel explicó a Bichos de Campo cómo funciona el sistema. "Por un lado entra el guano del animal, y por la otra punta sale el fertilizante y el biogás. O sea, es una bolsa con dos salidas. La bolsa más chica que tenemos en funcionamiento genera de 3 a 5 horas de gas diario y además sacamos entre 100 y 150 kilos de fertilizante por día. Y todo lo generamos con 30 kilos de cualquier desecho de animales".
Su hermano, Darío, precisó que de este modo, por ejemplo, "un feedlot puede armar varias bolsas en serie y generar gas suficiente para alimentar un grupo electrógeno a gas y generar electricidad gratis".
El biodigestor de los hermanos Donate y sus socios, que ya ha sido probado con éxito, se fabrica en diferentes tamaños y por eso puede ser utilizada en establecimientos pecuarios de poca, mediana o gran escala. "Un peón rural o una persona que vive en el campo o quinta y tiene animales, puede generar el gas para su cocina y el fertilizante orgánico para su establecimiento particular, por poner otro ejemplo", dijo Dario.
Dependiendo del estiércol que se coloque en la bolsa, este debe ir acompañado de agua, de 2 a 5 partes de agua aproximadamente. "Es algo relativo a un compost, pero se genera dentro de una bolsa", explicaron los Donate.
En cuanto a las medidas en que se pueden adquirir los biodigestores flexibles semicontinuos Econer, los hermanos describieron que "el equipo más chico tiene 3 metros de largo por 2,20 metros de ancho y el valor es de 48.000 pesos más IVA. Pero también se pueden adquirir de 2 metros de ancho por hasta 20 metros de largo".
Según estos emprendedores, la inversión se recupera entre 8 y 10 meses, pero la vida útil de la Bio Bolsa es mucho más extensa. "No hay un estudio específico de la duración del producto, pero estimamos de 8 a 10 años, y el recupero del pago de la bolsa se da al año de uso. Solamente se debe procurar el buen uso del fertilizante, y así, recuperando 1 peso por litro del fertilizante, la bolsa se recupera en 12 meses. Y el fertilizante es orgánico, lo que permite dejar de usar el de síntesis química".
En cuanto a la carga de la bolsa, los hermanos aseguraron que "no se demora más de 20 minutos diarios para cargar la bolsa con los desechos".
Ya existen dos equipos en funcionamiento: uno está instalado en la escuela agraria 1, en paraje El Tatú, en Zárate; y el otro en un campo amigo, que se utiliza para mostrar a los interesados.