La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó un proyecto de ley marco que regula la actividad porcina y busca proteger a los pequeños y medianos productores de la Provincia de Buenos Aires.
La iniciativa establece una serie de restricciones a las importaciones de carnes de cerdo, que en el último tiempo crecieron de forma exponencial, propicia el asociativismo, contempla beneficios reintegrables y subsidios, como también créditos de inversión.
Ahora el proyecto pasa al Senado. Si el bloque de Cambiemos la acompaña, tal como sucedió en Diputados, esta medida paliativa ante la crisis se convertiría en ley.
El diputado Lisandro Bonelli (Frente Renovador), autor de la iniciativa, sostuvo que "la situación terminal que atraviesan hoy los productores porcinos es por la política de Macri: el aumento desmedido de las tarifas, la disparada del dólar -que tiene un impacto directo en insumos como el maíz y la soja- y la apertura indiscriminada de las importaciones".
Además explicó que "una vez aprobada la ley, su implementación tendrá un impacto directo en cientos de pequeños y medianos productores que podrán acceder a beneficios fiscales y crediticios. Además habrá controles estrictos a la importación de cerdo para garantizar igualdad de competencia y evitar que ingresen cortes con enfermedades exóticas o drogas de crecimiento que acá no utilizamos. Del mismo modo se garantizará que la carne de cerdo que llegó al país congelada se venda en el mismo estado en góndola".
La diputada marplatense Alejandra Martínez (FpV) afirmó que "si bien la sanción de este proyecto es necesario para mejorar la situación de los productores, considero que el mayor impulso tiene que estar en que la gobernación provincial pueda asumir la gestiones que le corresponden para poder aportar a resolver el problema de fondo".
"Hay que entender que no solo el problema es la producción o la generación de trabajo, sino a poder darle real importancia a una política provincial que garantice la soberanía alimentaria".