El sábado a primera hora iban a aumentar los combustibles en la Argentina, pero la decisión se postergó para esta semana en previsión por los anuncios que realizará el Gobierno.
La escalada del dólar de los últimos días se sumó al impacto de la suba de un impuesto para que las petroleras decidieran un nuevo aumento en los combustibles en todas las estaciones de servicio del país.
Con el incremento pensado para el sábado, en la ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper en YPF iba a pasar de $ 29,60 a $ 30,34, un 2,5 % más cara; la Infinia se iba de $ 35,65 a $ 36,42, un de 2,1 %. El gasoil común, de $ 25,94 a $ 26,38, un 1,6 %, y el especial de $31,19 a $31,65, un 1,4%.
Shell aplicaría un aumento de hasta 12 por ciento: la nafta súper pasaría de $ 30,28 a $ 33,91 y la premium de $ 36,95 a $ 40,99. En sus estaciones de servicio, el gasoil pasará de $ 27,26 a $30,53; y el diesel premium de $32,73 a $36,66.
Estos montos, promedio en la zona metropolitana, son sensiblemente más bajos de los que se registran en el interior de la provincia de Buenos Aires y en el resto del país, donde el impacto de los aumentos se siente en mayor medida.
En Posadas, capital de Misiones, por ejemplo, YPF tenía desde este sábado su nafta súper a 35 pesos y su versión premium a $ 41,50; el diesel común a $ 30,02 y el premium a 36,83. En las estaciones de servicio Shell, los precios se fueron a $ 38,99 para nafta común, $ 45,29 para premium, 33,49 para diesel común y $ 40,19 para el premium.
Las empresas petroleras justificaron el incremente en una actualización del impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC) y un ajuste en los precios de biocombustibles. Por supuesto, el aumento de petróleo y la devaluación del peso argentino de esta semana influyeron.