La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer las proyecciones de crecimiento para este año, con magros resultados para Argentina, que compartirá con Venezuela y la pequeña isla de Dominica un descenso en su producto bruto interno (PBI).
La Cepal publicó el informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2018, donde destaca que en lo que hace a la región en su conjunto se mantiene una trayectoria de moderado crecimiento, en el cual la economía se expandirá 1,5% en 2018 "a pesar de incertidumbres externas".
Sin embargo, hay tres casos de malas performances económicas: Venezuela, para la cual se proyecta una caída del PBI de -12%; Dominica, -6,4, y Argentina, con una caída estimada en 0,3%.
Según explicó la secretaria Ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, al igual que en ocasiones anteriores existe una gran heterogeneidad entre los distintos países y subregiones, ya que se espera que América del Sur crezca 1,2% en 2018, mientras que América Central lo haría en 3,4% y el Caribe en 1,7%.
En relación a los países, República Dominicana y Panamá liderarán el crecimiento de la región, con aumentos del PBI de 5,4% y 5,2%, respectivamente, seguidos por Paraguay (4,4%), Bolivia (4,3%), Antigua y Barbuda (4,2%), y Chile y Honduras (ambos con 3,9%).
Según el documento, que se presentó en México, la recaudación tributaria de América Latina se mantiene estable en 2018 en torno al 17,8% del PBI (frente al 17,9% anotado en 2017), mientras que la inflación promedio se mantiene dentro de lo esperado (6,5% a junio frente al 5,3% en 2017, excluyendo a Venezuela). En tanto, la tasa de desocupación urbana regional ha dejado de crecer y se mantendría en 9,2%, por debajo del 9,3% del año pasado, gracias a una mayor generación de empleo asalariado (1,4% en el primer trimestre de 2018, luego de anotar 0,3% en 2017).
En el ámbito fiscal, las medidas dirigidas a la consolidación fiscal en América Latina han dado lugar a una reducción esperada del déficit primario, que pasaría de un déficit medio del 0,8% del PBI en 2017 a uno del 0,5% del PBI en 2018.
"Nuestra región sigue creciendo, aunque a menor ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias internacionales. Eso es positivo pero nos insta a redoblar esfuerzos para generar una reactivación, sin caer en ajustes fiscales excesivos. Aquí la integración regional puede jugar un papel fundamental y hacia allá debemos apuntar", remarcó Alicia Bárcena.
"La región ha hecho importantes esfuerzos para aumentar el flujo de inversión, pero tenemos el desafío de mejorar su composición sectorial para incentivar la productividad de las economías. Aún queda mucho por hacer", concluyó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.