Durante el primer semestre del año las exportaciones argentinas de soja registradas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos fueron por 512 millones de dólares, se trata de un 66,4% menos que las exportaciones declaradas en el mismo periodo de 2017 cuando las ventas internacionales totalizaron 1.525 millones de dólares.
La caída de la exportación se explica claramente por el impacto de la sequía en la producción gruesa de la última campaña. De hecho, lo que viene aumentando es la importación de soja para las fábricas y el Indec registró la única suba en importación de bienes intermedios en este segmento durante el mes pasado.
Otros cultivos de la campaña gruesa, en tanto, registraron subas interanuales en las exportaciones. El mayor crecimiento exportador por producto que registra el Indec en el primer semestre de este año es el maíz, con ingresos por 2.156 millones de dólares, una suba interanual del 27,8%.
Otro cereal que vio incrementar las exportaciones fue el trigo, cultivo de invierno, por 1.408 millones de dólares unos 79 millones más que lo dejado en el año anterior en comercio exterior. También mejoró la exportación de cebada con 399 millones de dólares, 76 millones más que en 2017.
Así los principales aumentos en los granos exportados (maíz, trigo, cebada) no alcanzan a cubrir la caída de la soja vendida al mundo, y principalmente a China, cuya reducción este año fue de 1.013 millones de dólares durante la primera mitad del año.