La Dirección de Lechería del Ministerio de Agroindustria difundió su tablero de comando sectorial mensual con los datos correspondientes a la producción de los tambos en mayo en la cual se dio un aumento del 3 por ciento en relación a abril y de 2 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, que lleva al acumulado en cinco meses de 2018 a un crecimiento del 7,8 por ciento.
Sin embargo, son muchas las voces de la lechería que advierten sobre un escenario crítico para la actividad y los números muestran que es uno de los sectores a los que más les cuesta seguir la marcha de la inflación y el aumento del tipo de cambio.
Datos
De acuerdo a un informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), entre mayo de 2014 y el último mes, el precio de la leche pagada al productor aumentó 115,6 por ciento, cuando la inflación -en base al IPC San Luis empalmado con el Indec- fue del 179,8 por ciento, mientras que el dólar oficial se incrementó 194,3 por ciento.
Es decir, en cuatro años, el costo de vida aumentó 55,5 por ciento más y el dólar 68 por ciento más, que lo que subió el valor cobrado por cada tambero.
Los productores son los más perjudicados dentro de una cadena láctea que, en general, mira de atrás a los aumentos de los precios y la divisa estadounidense: los lácteos subieron 168,4 por ciento en el período mencionado, mientras que el Valor por Litro de Leche Equivalente (facturación total a consumidor final en el mercado interno, dividida por el total de litros de leche cruda utilizados para elaborar esos productos) creció 136,5 por ciento.
"El retraso se hace más evidente para el sector primario ya que la leche tuvo, para mayo un precio de $ 6,41 o de 0,271 dólares por litro; cuando esos valores para mayo de 2014 fueron (en términos reales) de 8,32 pesos y 0,370 dólares, respectivamente", indicó la Ocla.