En 2016 había 18.000 productos de cerdos con Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) en la provincia de Buenos Aires; actualmente hay 13.000. "Dejaron de tener movimiento 5.000 Renspa o productores", advirtió el dirigente de la Confederación de Asociaciones rurales de Buenos aires y La Pampa, Gonzalo Crespo.
El productor nuevejuliense estuvo este miércoles en la Cámara de Diputados bonaerense, en La Plata, donde se presentó un proyecto de ley para "frenar la crisis" que atraviesa el sector, que entiende que es consecuencia de "la competencia desleal" que estarían dando los productos importados.
El proyecto fue presentado por el diputado Lisandro Bonelli (del Frente Renovador) y se basa en el pedido de protección de la producción porcina en la provincia de Buenos Aires frente al ingreso de productos importados. "En Argentina se prohíben ciertos productos, como promotores de crecimiento, que otros países sí incorporan, como Estados Unidos, Brasil y Noruega. Además ingresan a un precio casi por debajo del costo argentino de producción de carne de cerdo", dijo Bonelli.
La presentación en la Cámara de Diputados bonaerense se dio en el marco de una campaña nacional que pide la Emergencia Nacional de producción de cerdos
El objeto de la Ley consiste en garantizar la sustentabilidad de la producción porcina en la provincia de Buenos Aires preservando el status sanitario, evitando la introducción y propagación de enfermedades exóticas, así consideradas para el territorio nacional, como así también la introducción de productos y subproductos porcinos que provengan de países donde se utilizan drogas no autorizadas en Argentina para su aplicación en los diferentes procesos de la producción porcina.
El objetivo de la presente ley es prevenir tanto el ingreso de la carne contaminada con el Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (PRRS) a nuestro territorio como el de mercadería porcina y derivados con Ractopamina.
Gonzalo Crespo, integrante de la Mesa Provincial Porcina por Carbap, dijo a El Regional Digital que "la suba del dólar y la corrida cambiaria le impactó de manera negativa a varias producciones de carnes y leche".
Crespo índicó que si bien en góndola sube el producto, eso no se ve reflejado en el productor y en algunos casos se cobra por debajo del costo.
"Esto genera que quienes mejores negocios hacen son los productores grandes. El productor chico -el 90% de ellos posee menos de 100 madres- está sufriendo una desmoralización, pensando en achicar u o desarmarse, cuando son los que mantienen un arraigo en el campo con producciones familiares e inyectan dinero a la economía local".
Puso el caso de su partido, 9 de Julio, en donde en 2016 entre 600 y 700 porcinocultores "aportaban por mes unos 8 millones de pesos al circuito local. Hoy ese número se redujo ya que hay productores que están produciendo menos".
Crespo informó que el porcino genera entre 11/12 puestos de trabajo cada 100 madres, en toda su cadena, contabilizando casi 80 mil personas que trabajan en el sector. "Hoy, como están dadas las cosas, quien cierra difícilmente vuelva".