Dada la fuerte caída en la cosecha de soja por las contigencias climáticas (primero sequía y luego excesos de lluvias que pudrieron las vainas) y ante la necesidad de la industria de importar más poroto de soja para procesar, el Ministerio de Agroindustria de Argentina creó un procedimiento para la autorización comercial de organismos genéticamente modificados (OGM), con el exclusivo fin de uso agroindustrial y para la alimentación animal y humana.
Así lo estableció con la resolución 26/2018 de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía publicada este viernes en el Boletín Oficial, en la que se advierte la "necesidad creciente de permitir la importación de granos obtenidos a partir de cultivos genéticamente modificados".
En la norma se establece un "procedimiento para otorgar autorización comercial a los OGM con el objetivo exclusivo de ser utilizados como materia prima para su procesamiento agroindustrial y con fines de uso alimentario humano y animal". En su anexo se excluyen la utilización "para siembra y comercialización de semilla".
Esta iniciativa está relacionada con la posibilidad de que entre la soja que se importe, particularmente desde los Estados Unidos, ingresen eventos transgénicos no autorizados aún en la Argentina.
Según se fijó, el mecanismo tendrá un plazo de vigencia de cuatro años. Entre otros considerandos, la resolución señala que "se registra una necesidad creciente de permitir la importación de granos obtenidos a partir de cultivos genéticamente modificados, con el objetivo de maximizar el aprovechamiento de la capacidad de procesamiento del sector agroindustrial argentino, elevando los niveles de rendimiento a su máxima capacidad y, en consecuencia, permitir a los distintos actores de la cadena comercial la generación de agregado de valor y el acceso a nuevos mercados".
Hasta el momento, los negocios por importación de soja desde los Estados Unidos rondan las 500.000 toneladas. Según fuentes de la industria aceitera, actualmente la capacidad ociosa de las plantas promedia el 30%, que se podría incrementar por el efecto de la menor producción en el presente ciclo.
El 10 de abril, luego de conocerse la primera importación de soja desde EE.UU. en 20 años, el presidente del Senasa, Ricardo Negri, afirmó a la nacion que si bien en aquel momento un barco con soja estadounidense no podría desembarcar en la Argentina, "prevemos que antes del plazo de entrada de la mercadería hayamos actualizado los protocolos sanitarios entre ambos países y resuelto la asincronía existente entre los eventos transgénicos autorizados en Estados Unidos y los habilitados en el país".
La soja sufrió una sequía durante todo el verano y en el último mes los excesos hídricos también afectadores miles de hectáreas. La estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires de este jueves fue que se cosecharán solo 36 millones de toneladas, cuando en en arranque de la campaña 2017/18 se esperaban 54 millones de toneladas.