Las exportaciones de los complejos de las economías regionales argentinas perdieron participación en los mercados del Mercosur, incluyendo los miembros asociados. Esos destinos pasaron de representar el 29% de las ventas totales entre 2007 y 2008 al 25% entre 2016 y 2017. La caída de Brasil fue de dos puntos, de 18% al 16 por ciento.
De los 17 complejos vinculados a la producción y transformación de frutas, legumbres, madera, caña de azúcar, tabaco, yerba mate y miel, entre otros, que analiza el monitor elaborado por los economistas Juan Manuel Garzón, Federico Ariel Wyss y María Emilia Bullano, de la Fundación Mediterránea, 30 productos explican el 80% de las exportaciones.
Las cadenas que dependen de pocos mercados apuntan sus ventas a Brasil y el resto del Mercosur. Por ejemplo, algo más del 70% de las ventas de hortalizas y papa fueron al mayor socio comercial argentino, cifra que se ubica entre el 25% y el 50% de las ventas en casos como frutas de carozo, de pepita o del sector olivícola.
En esa línea, el nivel de actividad de Brasil es el factor más importante para sostener las ventas en estas cadenas.
El índice relacionado con las cantidades exportadas (ICR) muestra un estancamiento claro entre los años 2007 y 2012 y una depresión importante entre mediados de 2013 y 2015, seguida de una recuperación hacia fines de ese año para, finalmente, registrar una nueva caída desde mediados de 2016, que se suaviza pero extiende durante todo el 2017.
Los volúmenes que exportaron las economías regionales el año pasado, en promedio, fueron similares a los de 11 años atrás. Los autores del informe indican que aunque, desde la asunción de Cambiemos se tomaron medidas y se generaron mejores expectativas de exportación, ese contexto no se cristalizó en más operaciones efectivas y tampoco se está frente al inicio de un ciclo de recuperación y expansión.
"Las problemáticas de base que afectan a las economías regionales o bien aún permanecen sin tratar o bien las soluciones están en camino pero requieren de un período de tiempo y de una maduración de muchos años", agregan.
Cuáles
En los últimos dos años, los productos de las economías regionales analizadas llegaron a 174 destinos en todo el mundo, una cobertura muy similar a la del período 2007-08, con 176 mercados.
En la mayoría de las cadenas "hay una baja (y saludable)" concentración de mercados, lo que sucede particularmente en nueve cadenas que representan el 74% del valor FOB exportado (vitícola, cítricos, rutas de pepita, maní, legumbres, arroz y azúcar, entre otras).
Pero también hay cadenas con concentración intermedia (forestoindustria, frutos secos y miel) e incluso con alta concentración de destinos (hortalizas, papa, olivícola, frutas finas e infusiones).
Del análisis combinado de precios y cantidades surge que en los períodos donde las exportaciones de los complejos crecieron en valor (entre 2007 y 2011), el efecto "mayores precios de venta" explica casi toda la mejora porque los volúmenes no cambian.
Las excepciones a esa tendencia son maní, garbanzo y papas congeladas, que incrementaron precios y cantidades comercializadas. Las aceitunas en conserva, por ejemplo, no mejoraron en ninguna de las dos variables. Peras, manzanas y mostos cayeron en volúmenes pero crecieron en valor por tonelada, en tanto que arándanos, porotos negros y aceite de maní aumentaron en cantidades pero no en precios.