Fallos, demandas, contrademandas, el virus de la fiebre aftosa y hasta el cambio de ministro mantienen en vilo la tenencia de la administración de los recursos de la cuenta parafiscal de la carne y de la leche, intervenida hace dos años por el Ministerio de Agricultura.
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Los dineros, cuyo recaudo se calcula en 80.000 millones de pesos anuales, son manejados hoy por un encargo fiduciario, en Fiduagraria. En su momento, el 29 de diciembre del 2015, el ministerio intervino la parafiscalidad argumentando sus resultados negativos, el sometimiento a procesos de reorganización (invocando la Ley 1116) o la terminación de la vigencia del contrato de administración (el Gobierno le dio largas varias veces y no lo renovó). También invocó el uso de los recursos parafiscales en actividades no previstas, deudas superiores al 5 por ciento del recaudo, entre otros.Al parecer, hoy esas causales no existen, por lo que ningún argumento sustenta la tenencia del Fondo por parte del Ministerio de Agricultura. "El Fondo no está en Ley 1116 y -además- desde hace dos años venció el contrato y no ha sido renovado; solo se han hecho prórrogas", dijo a EL TIEMPO José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), entidad que por 20 años manejó dicha cuenta.Ya en el 2016, cuando se anunció un proceso expedito para cambiar al administrador, como lo había planteado el ministro de Agricultura del momento, Aurelio Iragorri, este se congeló en espera de un fallo del Consejo de Estado que buscaba el aval de la decisión de intervenir la administración del gremio liderado por Lafaurie.Sin embargo, en septiembre del 2016, el ministerio publicó una licitación para entregarlo, pero por lo anotado con respecto al fallo del Consejo, el proceso se aplazó hasta el 2017.El 6 de abril del año pasado, este confirmó una providencia fallada por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca que aclaró que no le es exigible al Ministerio de Agricultura celebrar un contrato directo con Fedegán, es decir, podría entregarlo a otro.Lo anterior, pese a que la Ley 89 de 1993 establece que el Gobierno, a través de esa cartera, contratará con Fedegán el recaudo y la administración de la parafiscalidad; así, por aquel entonces se legisló en favor del gremio, situación que no se configuró como anticonstitucional, mientras que todo el proceso de redacción del proyecto de ley y su trámite en el Congreso estuvo acompañado por el gremio.Así, durante el 2017 la licitación fue suspendida tres veces por duros cuestionamientos de quienes quisieron ser proponentes, por la aparición del brote de fiebre aftosa que afectó al país y porque -curiosamente- solo Fedegán podía cumplir con las exigencias de la licitación. Esto último fue el comentario generalizado de los dirigentes de la Nueva Federación de Ganaderos (NFG), Unaga, Analac, Ucebul y Confegán, entre otros, que hicieron alianzas para licitar, así como Fedegán, que no se asoció con otro gremio.Así las cosas, el nuevo año arranca con el anuncio del ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, justo la noche de Año Nuevo, de que este mes se pondría en consideración una nueva licitación para entregarle a un privado (gremio de la producción ganadera) la administración del Fondo Nacional del Ganado (FNG).Además de este fondo, en las cuentas del Gobierno hay otros 13 parafiscales en el sector agrícola, que recaudaron más de 320.000 millones de pesos en el 2016, siendo el más destacado de todos el Fondo Nacional del Café (FNC), con 225.000 millones de pesos. Por su parte, los otros tres fondos parafiscales de la actividad pecuaria (ganado bovino, porcino y avícola) recaudaron más de 130.000 millones ese año. En este caso, los productores agrarios les aportan casi medio millón de pesos anuales.Para el caso del FNG, el 16 por ciento del recaudo debe transferirse al llamado Fondo de Estabilización de Precios, mientras que 5 por ciento adicional lo toma el administrador como pago por su gestión. Del fondo parafiscal de los cafeteros cabe resaltar que el 15 por ciento de los recursos se destinan al pago de la carga pensional de la desaparecida Flota Mercante Grancolombiana.
Los recursos van a diferentes proyectos
Vale la pena recordar que la parafiscalidad es un dinero que los productores del sector agropecuario aportan a una cuenta especial que tiene como fin ejecutar planes, proyectos y programas de sanidad animal o vegetal. Además, se destinan a capacitación, transferencia de tecnología, incentivo al consumo, exportaciones y mercadeo interno, entre otros frentes. Cabe destacar que no es un dinero del erario público ni hace parte del presupuesto nacional, pero es supervisado por entidades como la Contraloría, con el fin de verificar la administración. JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
EL TIEMPO@TierrasyGanados