Lo acontecido en Tucumán demuestra que los aviones y los pilotos de empresas agroaéreas son herramientas y recursos aptos para apagar el fuego. Actualmente, los aeroaplicadores actúan ante la urgencia, frente al pedido de socorro de productores, vecinos o autoridades como sucedió en este caso, pero desde Fearca aseguran que podrían establecerse acuerdos para que se sumen a los recursos existentes, como complemento para vigilar y actuar rápidamente.