Se trata de un insecto transmisor de patógenos que causan el achaparramiento del maíz, una enfermedad que afecta gravemente el rendimiento del cultivo y puede producir grandes pérdidas económicas.
La medida busca impulsar investigaciones biotecnológicas de este vegetal para tolerar patógenos fúngicos y, a la vez, disminuir la utilización de fitosanitarios de origen sintético contribuyendo a la sostenibilidad de los sistemas productivos,
En INTA Famaillá estudian la variedad Sinapis Alba en cultivos de servicio y evalúan su efecto en el suelo como biofumigante para el control de patógenos en hortalizas.