La medida busca mitigar las severas dificultades logísticas que enfrenta el transporte marítimo internacional y que están afectando la capacidad de los exportadores argentinos para cumplir con sus compromisos comerciales.
El Gobierno Nacional redujo a la mitad la cantidad con el objetivo de flexibilizar plazos para exportar, disminuir costos operativos y de gestión, y evitar sanciones ante posibles incumplimientos.