A pesar de las últimas lluvias, ya se implantó el 93 por ciento de la intención de siembra de arroz, estimada en 63.000 hectáreas. También se inició la siembra de soja de primera.
El Gobierno Nacional firmó dos convenios de asistencia en el marco de la emergencia agropecuaria, con los gobernadores de Entre Ríos, Gustavo Bordet por 800 millones y con el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto por casi 400 millones de pesos.
De las 969.500 hectáreas sembradas (la más baja desde 2003), al menos 200.000 hectáreas -equivalente al 21% del total- no pudieron recuperarse y se perdieron por la sequía calificada como la peor de los últimos 60 años.
La provincia de Entre Ríos registró precipitaciones promedios durante los meses de febrero, marzo y abril de este año por debajo de los registros históricos entre 2002 y 2022, detectando hasta 174 milímetros menos que el promedio, informó hoy la Bolsa de Cereales entrerriana.
Un total de 16.150 has fueron sembradas con girasol durante la campaña agrícola 2022/23, 57% más (5.850 hectáreas) que la temporada anterior y se registró como la implantación más alta de los últimos 12 años, destacó la Bolsa de Cereales provincial.
A través de la resolución 495/2023 establece los alcances de la medida para las explotaciones agrícolas de soja de primera y segunda, de sorgo, de maíz, citrícolas, hortícolas y apícolas, en todo el territorio provincial.
Con todo su territorio apto para la producción de miel, cera, polen, jalea real y propóleos, en la provincia unos 3.350 productores aproximadamente poseen unas 840.000 colmenas distribuidas en 11.080 apiarios.
Los factores que impulsaron la expansión de la oleaginosa fueron la mejor adaptación y perspectivas de rendimiento frente a un escenario "Niña" en comparación otros cultivos como son la soja y el maíz; y la facilidad en el control de malezas.
Un estudio refleja que un productor entrerriano necesitó obtener un promedio de 2.652 kilos de trigo por hectárea para hacer frente a los costos en la campaña 2022/23.
La siembra de girasol alcanzó las 16.150 hectáreas en la provincia de Entre Ríos durante la campaña agrícola 2022/23, lo que representó un 57% más (5.850 hectáreas) que en la temporada pasada, y superó la barrera de las 15.000 como no ocurría hace 12 años, destacó hoy la Bolsa de Cereales entrerriana.
La pérdida de status sanitario del país afecta a la provincia, que aporta un 70% de las exportaciones al total nacional. Las principales actividades productivas están en jaque y las autoridades locales intentan gestionar un permiso que autorice la salida de sus productos más allá de la emergencia.
Además de la sequía histórica y la falta de lluvias, que se ubican muy por debajo de lo normal en la región, los productores adujeron altos costos productivos, márgenes negativos y aumento de los fertilizantes y herbicidas.
Entre Ríos y partes de Catamarca se suman al listado de provincias que están sufiendo los efectos de las condiciones climáticas adversas en la producción. El gobierno declaró la emergencia en ambos territorios.
Cerca del 90% de los productores bovinos debieron encerrar a la hacienda al no quedar nada de pastoreo y alimento, y se detectaron también abortos en las vacas por el estrés calórico.
La provincia había proyectado una superficie de 1.060.000 ha de soja para el ciclo 2022/23, pero ante la imposibilidad de siembra y la pérdida de hectáreas sembradas, se estima una caída de aproximadamente el 20 % (212.000 ha).
Unas 12.200 hectáreas fueron sembradas durante la campaña agrícola 2022/23, la mayor superficie implantada de los últimos seis años y la tercer siembra más grande desde 2014/15, según informó la Bolsa de Cereales provincial.
Es la peor ausencia de lluvias de los últimos 60 años. La Bolsa de Cereales de la provincia advirtió que se retrasaron las siembras, resiembras y hubo fuertes consecuencias sobre los cultivos de la cosecha gruesa de la campaña 2022/23.