Se trata de Azotobac, un bioestimulante desarrollado por un equipo de investigadores del Instituto de Microbiología y Zoologia Agricola (IMyZA) del INTA que actúa sobre los mecanismos de promoción del crecimiento vegetal.
El uso de biofertilizantes como respuesta para enfrentar la escasez de fertilizantes producto de la guerra en Ucrania fue analizado en un seminario virtual por países de América latina y el Caribe.
En un ensayo exploratorio, especialistas del INTA 9 de Julio -Buenos Aires- registraron mejoras en el rendimiento del cereal de hasta el 40 % luego de la aplicación de un lactofermento.
Elaborado a partir del compostaje de residuos orgánicos, el fertilizante órgano-mineral pelletizado fue desarrollado por un equipo de especialistas del INTA.