Según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), en abril pasado el sector se reactivó y entre sus causas figuran que el país no cayó en default; interés de inversores externos en el marco del conflicto armado.
La mayor parte de los alquileres ya se cerraron con alzas generalizadas y demanda insatisfecha. La actividad se centra principalmente en operaciones de compra-venta, tasaciones y subdivisiones de campos
El índice de la Cámara que nuclea a las empresas del sector cayó 8,7 por ciento con respecto a enero. Hay más oferta y demanda, y buenos precios de los granos. La contra: la incertidumbre política.