Los tres últimos ciclos secos dejaron muy poca humedad y sin la presencia de napa útil para los cultivos, lo que subraya la importancia de que continúen las lluvias para sostener la producción agrícola en el país.
El rinde promedio del maíz subió 27 qq/ha; la soja solo 6 quintales. El trigo recibió algunos milímetros en el este: el 75% de los lotes están muy buenos pero empieza a marcarse la falta de agua.