Paraguay

Paraguay en el tobogán de la guerra comercial: incertidumbre, esperanza y una soja que busca su lugar en el mundo

Productores paraguayos de soja enfrentan la volatilidad global con una cosecha afectada por el clima y un ojo puesto en China. El conflicto arancelario entre EE.UU. y sus socios reconfigura oportunidades y temores en el tercer exportador mundial de la oleaginosa.

"Es como un tobogán: no sabemos dónde va a rebotar el mercado ni cuándo va a estabilizarse". La frase, pronunciada por Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), resume el sentir de miles de productores de soja en Paraguay, tercer exportador mundial detrás de Brasil y EE.UU.

En un escenario dominado por la guerra comercial entre Washington y Pekín, el campo paraguayo enfrenta una doble presión: por un lado, los precios inestables de los granos, y por otro, regulaciones internacionales cada vez más estrictas.

La última campaña de soja fue golpeada por la sequía, con rendimientos estimados en 8,5 a 9 millones de toneladas, según CAPECO, la cámara de exportadores. Sin embargo, el pronóstico climático mejora:

"Estamos pasando de una condición fría neutra a una cálida neutra, lo que podría traer buenas precipitaciones", explicó Hugo Pastore, director ejecutivo de CAPECO.

Con esa expectativa, la producción para 2025/26 podría superar los 10 millones de toneladas, e incluso alcanzar las 10,9 millones, según proyecciones del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA). Las lluvias también favorecerían la navegación de los ríos, clave para transportar la oleaginosa al exterior.

En el primer trimestre del año, las exportaciones de soja cayeron a 2,2 millones de toneladas, frente a los 2,5 millones del mismo periodo en 2024. Esto golpeó los ingresos en divisas y debilitó al guaraní, la moneda local.

Y mientras la economía paraguaya ajusta cuentas, los exportadores se preparan para nuevos desafíos regulatorios. La Unión Europea implementará en diciembre de 2025 la normativa que prohíbe la importación de soja asociada a deforestación. Esta regla fue postergada tras presión diplomática, pero sigue en pie.

"Nos preocupan los aranceles y lo que puede pasar cuando entren en vigor las nuevas reglas europeas", advirtió Pastore.

Paraguay no tiene relaciones diplomáticas con China debido a su vínculo histórico con Taiwán. Sin embargo, la crisis comercial entre EE.UU. y el gigante asiático podría jugar a su favor.

"Podemos ganar competitividad exportando poroto crudo a países que luego lo procesen para vender a China", explicó el productor Valdecir De Souza, desde el este paraguayo.

La historia reciente refuerza su optimismo: en 2018, China redirigió gran parte de su demanda hacia Sudamérica, beneficiando fuertemente a Brasil.

"Por un lado es preocupante, pero por otro puede abrir nuevas puertas para nuestra soja", concluyó De Souza.