Politica y economia

Reforma en marcha: Milei avanza con la fusión del INTA y el INTI, y crecen las tensiones en el sector agroindustrial

El Gobierno busca reestructurar organismos clave como el INTA, INTI e Inase con un decreto inminente. La medida despierta preocupación en el agro por su impacto en la innovación y la producción.

 En medio del plan de desregulación estatal que impulsa el presidente Javier Milei, el Gobierno avanza con la fusión del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), dos pilares en materia de innovación tecnológica en la Argentina. Según fuentes oficiales, el decreto que formalizará esta reestructuración está listo para ser publicado en los próximos días.

La iniciativa forma parte de un paquete más amplio que contempla la disolución, centralización o absorción de varios organismos descentralizados. Entre ellos, se evalúa también que el Instituto Nacional de Semillas (Inase) pase a depender del Senasa o, en su defecto, de la Secretaría de Agricultura. Por su parte, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) podría seguir el mismo camino, aunque aún no hay una definición oficial.

Desde el Ejecutivo reconocen que fusionar el INTA con el INTI no será una tarea sencilla. Ambos organismos tienen funciones distintas: el INTA trabaja en investigación y extensión tecnológica agropecuaria con fuerte presencia territorial, mientras que el INTI se dedica al desarrollo industrial, la certificación y el control de calidad.

Esta diferencia funcional no es menor: mientras el INTA es visto como un brazo técnico estratégico para la sostenibilidad y productividad del campo, el INTI tiene menos capilaridad territorial y enfrenta críticas internas por su gestión administrativa. Aun así, la idea de una fusión genera resistencia incluso dentro del oficialismo, donde algunos alertan sobre los efectos políticos y económicos que puede tener una mala ejecución de la medida.

Movilizacion sede INTA

En el INTA, además, ya comenzaron reformas internas. Se ofrecieron retiros voluntarios, se avanzó con una reestructuración que eliminó el 70% de las direcciones y el 20% de las gerencias, y se creó una nueva Secretaría de Coordinación Técnica con funciones clave.

Por ahora, el Senasa parece haber quedado fuera de la lista de fusiones gracias a su rol fundamental en garantizar los requisitos sanitarios exigidos por los mercados internacionales, pese a que desde el inicio del actual gobierno estuvo bajo análisis.

La pregunta que queda en el aire es: ¿quién liderará esta fusión y cómo impactará en la capacidad del Estado para apoyar la innovación tecnológica en uno de los sectores más dinámicos y estratégicos de la economía nacional?

Agrolatam.com