Retenciones, acuerdos y costos en dólares: las barreras invisibles que frenan el potencial exportador del agro argentino
Un informe del IERAL proyecta que las exportaciones crecerán un 5% en 2025 gracias a la cosecha y al petróleo. Pero detrás del optimismo se esconden desafíos estructurales que siguen complicando la competitividad del campo: presión fiscal, infraestructura deficiente y acceso desigual a mercados.
El agro argentino tiene una oportunidad concreta de consolidar su rol como motor de divisas en un mundo cada vez más convulsionado. Pero para aprovechar esa ventana, necesita algo más que buenas campañas y precios internacionales favorables.
Según un reciente informe de la Fundación Mediterránea, elaborado por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), las exportaciones argentinas podrían crecer un 5% en 2025, impulsadas por una cosecha sólida y el empuje energético de Vaca Muerta. Sin embargo, el mismo informe advierte que las oportunidades podrían ser mucho mayores si se resolvieran tres temas clave: retenciones, costos en dólares y acuerdos comerciales.
"Las exportaciones crecieron 20% en 2024 gracias a la recuperación agrícola. Pero si no se resuelven los cuellos estructurales, ese crecimiento corre riesgo de estancarse", señaló Jorge Day, economista del IERAL.
Day alertó que los costos en dólares siguen siendo elevados, incluso con la unificación cambiaria y el levantamiento del cepo. Mientras el Gobierno busca estabilizar la macro, el agro enfrenta un entorno donde los costos logísticos, laborales no salariales y las regulaciones aún reducen competitividad.
Uno de los puntos más sensibles sigue siendo el de las retenciones. Si bien el Gobierno de Javier Milei estableció una baja temporal hasta junio, la falta de señales claras hacia una eliminación definitiva preocupa al sector.
"En la región pampeana urge revisar un tributo que representa el 4,6% de la recaudación nacional, pero que pesa mucho más en la estructura de costos del productor", apuntó Day.
Senior Economist - IERAL Mendoza Fundación Mediterránea / Professor - U.N.Cuyo
Otro punto crítico es el limitado acceso a mercados con arancel cero, especialmente para economías regionales.
"Mientras Chile firma acuerdos y exporta sin aranceles a medio mundo, nosotros seguimos pagando entrada", ilustró el informe.
Firmar acuerdos comerciales que reduzcan aranceles sería una solución lógica. Pero según advierte el economista, eso implicaría también exponer a sectores industriales protegidos que aún pesan fuerte en la estructura económica nacional (electrodomésticos, textiles, informática).
El IERAL destaca que el crecimiento de 2024 fue del 20% interanual, traccionado por el sector primario (+26%) y las manufacturas agroindustriales (MOA, +24%). Las frutas frescas (+11%), las bebidas alcohólicas (+11%) y los productos lácteos (+6%) marcaron subas relevantes.
Por el contrario, las manufacturas de origen industrial (MOI) crecieron apenas un 6%, con caídas en maquinaria eléctrica (-9%) y estancamiento en autos y químicos. El único rubro industrial que sorprendió fue el de metales preciosos (+28%), apalancado por la minería metalífera.