Guerra de aranceles y alerta del FMI: el freno global pone en jaque al agro exportador
En el discurso que abre la cumbre del FMI y el G20, Kristalina Georgieva alertó por el impacto de la guerra comercial y la incertidumbre global. Bajará la previsión de crecimiento mundial, pero destacó el rebote argentino. ¿Qué implicancias trae esto para el agro y el comercio exterior?
Con un mensaje directo y cargado de advertencias, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, inauguró las reuniones de primavera del organismo y del G20 advirtiendo que el mundo entró en una nueva etapa de tensiones comerciales, marcada por aranceles, desconfianza e incertidumbre.
En este escenario, Georgieva anticipó que el FMI recortará su previsión de crecimiento global para este año, actualmente estimado en 3,3%. Sin embargo, aclaró: "habrá una desaceleración, pero no una recesión". La economista búlgara fue clara al identificar a la guerra comercial -reinstalada por la nueva administración de Donald Trump en EE.UU.- como la principal causa del freno global.
"Las tensiones comerciales han aumentado, erosionando la confianza en el sistema internacional", señaló Georgieva, quien pidió avanzar hacia un sistema de aranceles más bajos y acuerdos multilaterales más sólidos.
Pese al contexto adverso, la directora del FMI sorprendió al destacar el caso argentino como "un ejemplo de avance con reformas estructurales y disciplina fiscal". Según el staff report que acompañó el acuerdo vigente con el país, se espera un crecimiento del 5,5% para 2025, aunque Georgieva admitió que este rebote podría "caer un poco" debido al entorno global.
Entre los puntos que se reconocen están la reducción de la inflación de dos dígitos a un dígito mensual y la baja de la pobreza del 50% al 40%, en un contexto aún desafiante.
Para el sector agropecuario, el nuevo escenario de aranceles y volatilidad representa un riesgo doble: por un lado, los costos de insumos importados tienden a subir, y por el otro, los mercados internacionales muestran señales de desaceleración, con demanda más cauta y precios menos predecibles.
"El proteccionismo perjudica la innovación y erosiona la productividad, especialmente en economías más pequeñas", advirtió Georgieva, en lo que puede leerse como un mensaje directo para países exportadores netos de commodities, como Argentina.
Las reuniones del FMI y el Banco Mundial coinciden con el encuentro de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G20, donde se abordarán estrategias para reducir vulnerabilidades fiscales, reequilibrar cuentas externas y enfrentar una economía global más frágil, más cara y menos predecible.
"La incertidumbre en las políticas comerciales y la volatilidad de los mercados financieros son costosas", advirtió Georgieva. "Se posponen inversiones y aumentan los costos para consumidores e importadores".
Mientras tanto, el mercado sigue atento a la evolución de los precios de alimentos, fertilizantes e insumos estratégicos para el agro, que podrían experimentar movimientos bruscos si se acentúan las disputas arancelarias o si nuevos países adoptan medidas de represalia.
En este contexto de alta volatilidad económica, presión fiscal, tensiones geopolíticas y redefinición de reglas macroeconómicas, es clave ofrecer a los actores del agro una mirada profesional, realista y estratégica.
PARA PRODUCTORES AGROPECUARIOS
1. Cuidar el capital productivo y postergar decisiones impulsivas
Evitar la venta anticipada de granos si no hay urgencias financieras. Las distorsiones cambiarias y arancelarias pueden generar mejores oportunidades más adelante.
Analizar estrategias de cobertura (dólar futuro, opciones, canjes) ante una posible reconfiguración cambiaria o impositiva.
2. Reforzar acuerdos con acopios y cooperativas
Establecer relaciones sólidas que permitan financiación en insumos y/o resguardo físico de granos, con visión comercial de mediano plazo.
3. Mantener flexibilidad en el plan de siembra
Considerar alternativas de cultivos menos dependientes de insumos externos (por precio o logística).
Priorizar manejo por ambientes, rotaciones con bajo costo de implantación y lotes con logística resuelta.
PARA EMPRESARIOS DEL SECTOR (acopiadores, exportadores, agroindustria)
1. Monitorear cambios fiscales y comerciales
La guerra de aranceles, los anuncios de reformas tributarias y los cambios cambiarios pueden afectar márgenes o provocar aumentos repentinos en costos de importación/exportación.
2. Optimizar la estructura financiera
Buscar financiación en pesos atada a insumos o productos, evitando endeudamiento en dólares salvo que se tenga cobertura natural.
Evaluar vehículos societarios eficientes para inversión y reinversión, especialmente ante posibles cambios tributarios.
3. Redoblar foco en eficiencia operativa
Desde logística hasta manejo de inventarios, el desafío es ganar rentabilidad sin depender del precio. Reducir costos ocultos será clave.
PARA CONTRATISTAS RURALES
1. Cuidar el parque de maquinaria
Evitar ventas anticipadas en pesos. Las reparaciones o recambios pueden verse afectados por restricciones o costos de importación.
2. Reforzar acuerdos de largo plazo con clientes
Establecer contratos por hectárea con márgenes ajustables y cláusulas de actualización. Cobrar con producto puede ser más eficiente que en pesos.
3. Capacitación técnica y eficiencia
Apostar a servicios de mayor valor agregado (agricultura por ambientes, pulverización selectiva, etc.) que mejoren el diferencial.
PARA ASESORES Y TÉCNICOS
1. Convertirse en verdaderos socios estratégicos
Brindar no solo asesoramiento técnico, sino acompañamiento en decisiones comerciales, financieras y de planificación. Los productores valoran hoy más que nunca el criterio.
2. Integrar datos y tecnología
Promover herramientas de monitoreo, software de gestión o plataformas climáticas que permitan tomar decisiones más ajustadas a cada escenario.
3. Actualización constante
Estar al tanto de normativas impositivas, ambientales, cambios regulatorios y programas de incentivo, tanto locales como internacionales.
RECOMENDACIÓN TRANSVERSAL:
No tomar decisiones apresuradas por miedo o euforia.
El productor y empresario que mejor se adapte al contexto sin perder eficiencia ni liquidez será quien capitalice las oportunidades cuando el escenario se estabilice.