Productores de algodón en EE.UU.: "Ya no perdemos dinero, estamos perdiendo la finca"
El desplome del precio del algodón, la caída de la demanda global y el alto costo de insumos ponen en jaque al corazón productivo del sur estadounidense. En Texas y Georgia ya hablan de una crisis sin precedentes y de un futuro incierto sin una nueva ley agrícola.
Productores de algodón en EE.UU.: "Ya no perdemos dinero, estamos perdiendo la finca"La situación del algodón en Estados Unidos dejó de ser preocupante para convertirse en dramática. Con precios por debajo del punto de equilibrio , demanda internacional en caída , sequías prolongadas y un vacío legislativo ante la falta de una nueva Ley Agrícola, los productores alertan sobre un colapso inminente del sector.
" He estado cultivando durante 48 años y nunca vi algo tan complicado como estos últimos dos años ", señala Franz Rowland , productor de algodón en Georgia. "Estamos invirtiendo millones de dólares en sembrar sin saber si vamos a recuperar algo".
Precios por el piso y costos en alza
El algodón, un cultivo de altos insumos y tecnología intensiva , se enfrenta hoy a un combo letal: fertilizantes, herbicidas y maquinaria en alza, mientras que los ingresos por kilo bajan. " Un recolector de algodón cuesta más de USD 1 millón (aprox. $875 millones ARS) y solo los fabrica John Deere. No tenemos opciones", lamenta Rowland.
El panorama cada vez más desfavorable de las exportaciones de algodón de Estados Unidos.(Consejo Nacional del Algodón)
En paralelo, la demanda mundial de algodón cayó a 117 millones de fardos desde los 123 millones de hace unos años , según el Consejo Nacional del Algodón (NCC) . La competencia de las fibras sintéticas como el poliéster chino -que representa más del doble de la demanda global de algodón- desplaza al algodón natural del mercado.
Texas: sequía, aranceles y desesperanza
En el oeste de Texas, donde se produce el 42% del algodón de EE.UU. , la situación es aún más crítica: el 68% del estado sufre algún nivel de sequía . "Parece el final de la agricultura en nuestra zona", asegura Heath Heinrich , productor en Slaton, al sur de Lubbock. "Nos golpean los aranceles, los mercados, el clima... estamos luchando en todos los frentes".
El algodón ha perdido participación de mercado frente a las fibras sintéticas o artificiales (FMM).(Consejo Nacional del Algodón
En su caso, ni siquiera el trigo sembrado en germinado por la falta de humedad del otoño . "Estamos esperando que brote dos tercios del lote", dice, visiblemente afectado.
Sin red de contención: la ley agrícola ausente
El mayor reclamo del sector es la falta de una nueva ley agrícola que brinda previsibilidad. " La actual no sirve, está desactualizada y no cubre nuestros costos . Sin una nueva ley para 2025, el algodón está condenado", advierte Gary Adams , presidente del NCC.
La producción de algodón depende fuertemente de las exportaciones (85% del total), por lo que la fortaleza del dólar, las guerras comerciales pasadas con China y el ingreso de textiles de India y Pakistán como productos libres de arancel generan un desequilibrio comercial grave .
La producción de textiles y prendas de vestir se ha trasladado fuera de EE. UU.(Consejo Nacional del Algodón (NCC)
El llamado desesperado del campo al Congreso
Tanto Adams como los productores de base como Rowland coinciden: "Necesitamos una ley agrícola ya" . El financiamiento, especialmente para jóvenes productores, se volvió casi imposible. "No pueden pagar los préstamos de 2024, y los bancos no quieren financiar 2025", explica Rowland.
Este año, ni siquiera la siembra genera entusiasmo. "Siempre me emocionaba esta época, pero ahora estoy gastando USD 50.000 (unos $44 millones ARS) en fertilizantes y productos, sin saber si lo voy a recuperar. Si los precios no mejoran, puedo perder millones ", confesó con crudeza.
El drama del algodón en EE.UU. Anticipamos una tendencia que puede extenderse a otras economías agroexportadoras: el riesgo de que los costos productivos superen el valor de venta en mercados volátiles, sin respaldo estatal adecuado .
Para una agroindustria que enfrenta desafíos climáticos, políticos y comerciales, el caso del algodón estadounidense es una advertencia sobre lo que puede ocurrir cuando los productores quedan desamparados frente al mercado global.