Guerra comercial en el agro: productores en alerta por aranceles y represalias
El nuevo paquete de aranceles de Donald Trump desata una ola de preocupación en el sector agropecuario.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso en marcha un nuevo paquete de aranceles del 25 % a productos importados de Canadá y México, mientras que los gravámenes a exportaciones chinas pasaron del 10 % al 20 %.
La respuesta no tardó en llegar: China impuso tarifas del 15 % a productos agrícolas estadounidenses como pollo, trigo, maíz y algodón, y del 10 % a la soja, el sorgo, la carne de cerdo, la carne de res, productos acuáticos, frutas, verduras y lácteos.
Por su parte, Canadá aplicó aranceles a productos estadounidenses por un valor de 20.000 millones de dólares, incluyendo frutas y tomates. Además, en los próximos 21 días entrarán en vigor tarifas adicionales sobre 86.000 millones de dólares en productos de EE.UU.
La comunidad agrícola reaccionó con preocupación ante estas medidas, advirtiendo que podrían tener consecuencias catastróficas en el comercio y la estabilidad financiera de los productores.
Los senadores y representantes del Congreso no tardaron en pronunciarse.
Amy Klobuchar, senadora demócrata por Minnesota, criticó la estrategia de Trump:
"Estos aranceles generalizados dificultarán que los estadounidenses pongan comida en la mesa y asfixiarán a los agricultores, que perderán mercados de exportación y enfrentarán costos de insumos más altos."
Angie Craig, representante demócrata de Minnesota, fue aún más contundente:
"Los agricultores necesitan estabilidad, no más incertidumbre. Estos aranceles aumentarán los costos de producción y reducirán el acceso a nuestros principales mercados. Es una ecuación simple: costos más altos para los insumos significan precios más altos para los consumidores."
El impacto en los productores: "No podemos soportar más golpes"
Las organizaciones agrícolas más importantes de Estados Unidos también expresaron su preocupación por las consecuencias de la guerra comercial.
American Farm Bureau Federation (AFBF):
"El año pasado, EE.UU. exportó más de 83.000 millones de dólares en productos agrícolas a Canadá, México y China. Ahora, esos mercados están en peligro, y los agricultores ya están perdiendo dinero en casi todos los cultivos principales."
National Farmers' Union (NFU):
"Los agricultores están en el centro de estas disputas comerciales y ya enfrentamos una gran incertidumbre económica. Se nos promete que hay una estrategia en marcha, pero las promesas no pagan las facturas ni mantienen a flote las granjas."
Western Growers Association (WGA):
"Los supermercados canadienses han cancelado pedidos de productos frescos de EE.UU. debido a los aranceles. Lo que ocurrió con China en 2018 se repetirá ahora con Canadá y México: perderemos mercado y otros países ocuparán nuestro lugar."
Soja, maíz y carne: los sectores más golpeados
El sector más vulnerable es el de la soja, ya que China es el mayor comprador de este producto. En 2024, EE.UU. exportó 27 millones de toneladas de soja a China por un valor de 12.760 millones de dólares.
Caleb Ragland, presidente de la American Soybean Association, advirtió:
"La soja es nuestro principal cultivo de exportación y enfrenta impactos desproporcionados por la guerra comercial. En 2018, perdimos 27.000 millones de dólares y aún no nos hemos recuperado. Ahora, la historia se repite y Brasil está listo para tomar nuestro lugar."
En cuanto al maíz y el etanol, México y Canadá son los principales compradores, representando el 40 % de las exportaciones de estos productos.
National Corn Growers' Association (NCGA)
"El panorama es alarmante: precios en caída, costos de producción en aumento y mercados cerrándose. Pedimos al presidente Trump que negocie soluciones inmediatas con nuestros socios comerciales."
Sector cárnico: China anunció una tarifa adicional del 10 % a la carne de res y cerdo estadounidense, lo que pone en riesgo un comercio de 8.400 millones de dólares al año.
Industria y fertilizantes: otro foco de tensión
La industria de equipos agrícolas también enfrenta un golpe severo. El 30 % de la maquinaria fabricada en EE.UU. se destina a la exportación, con Canadá como principal mercado.
Kip Eideberg, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Equipos (AEM):
"Los aranceles encarecen la fabricación en EE.UU. y reducen nuestra competitividad global. Estos costos se trasladarán a los agricultores, elevando aún más los precios de producción."
Sector de fertilizantes:
El 85 % del suministro de potasa, clave para la producción agrícola, proviene de Canadá. Con los aranceles en vigor, los costos del fertilizante se dispararán, afectando directamente a los productores.
Corey Rosenbusch, presidente del Instituto de Fertilizantes:
"Sin acceso a fertilizantes a precios competitivos, la producción caerá y los precios de los alimentos aumentarán."
¿Qué sigue? El futuro del agro en la guerra comercial
Mientras Trump defiende su política de aranceles, los productores claman por medidas de compensación. El temor es que, sin una estrategia clara, la guerra comercial deje daños irreversibles en el sector agropecuario.
Los gremios y agricultores exigen al gobierno que implemente programas de mitigación para evitar pérdidas millonarias y preservar el acceso a mercados clave.
El 2 de abril, cuando los nuevos aranceles entren en vigor, marcará un punto de inflexión para la agricultura estadounidense. Si no se alcanzan acuerdos rápidos con China, México y Canadá, la incertidumbre económica podría traducirse en una crisis que afectará tanto a los productores como a los consumidores.