Agricultura

El calor y la falta de lluvias afectan gravemente al maíz en el norte de Córdoba

A pesar de las lluvias en algunas regiones, el norte de Córdoba y el norte de Santa Fe sufren pérdidas significativas en los cultivos de maíz, especialmente en los de segunda.

 Los productores enfrentan una situación crítica ante la falta de agua en momentos clave y el impacto del calor extremo.

El norte de Córdoba atraviesa una situación difícil para los productores de maíz, especialmente en los cultivos de segunda, que fueron severamente afectados por la falta de lluvias y las altas temperaturas que se registraron en las últimas semanas. A pesar de las lluvias de la primera quincena de febrero, que mejoraron la situación en otras zonas agrícolas, el impacto en la región sigue siendo devastador.

Mario Aguilar Benítez, director del establecimiento Las Chilcas, una de las propiedades más importantes en el norte de Córdoba, no dudó en calificar la situación de "golpazo" para los cultivos de maíz. Según Aguilar Benítez, el lote sembrado en diciembre, aunque recibió 150 milímetros de agua, tuvo una distribución muy mal gestionada, lo que resultó en la pérdida de cosecha. A esto se sumó el "soplete" (calor extremo con viento norte) que se registró durante el fin de semana del 7 al 9 de febrero, lo que terminó de liquidar los cultivos de maíz.

La Sociedad Rural de Jesús María (SRJM) ya había alertado sobre los problemas que enfrentaban los maizales en esta región, con temperaturas elevadas durante más de 145 horas, lo que generó un estrés térmico considerable para las plantas. En algunas localidades como Las Arrias, la situación es tan grave que la SRJM sugirió que "está para echarle las vacas", refiriéndose a la extrema degradación de los cultivos por el estrés térmico e hídrico.

A pesar de estos problemas, la Bolsa de Cereales de Córdoba mantiene un pronóstico positivo a nivel general, estimando una cosecha de 15,5 millones de toneladas de maíz, un 14% más que el año pasado. Sin embargo, las dificultades en el norte de la provincia representan una amenaza para estas proyecciones, ya que esta región es clave para la producción nacional de maíz, aportando cerca del 40% de la cosecha.

El panorama no es mejor en el norte de Santa Fe, donde la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) solicitó al Gobierno la extensión del estado de emergencia agropecuaria en los departamentos San Cristóbal, 9 de Julio, Vera y General Obligado. La falta de lluvias en estos distritos ha afectado tanto a la agricultura como a la ganadería, con pérdidas totales en los cultivos y dificultades para alimentar a los planteles ganaderos.

Rafael Alemán, vicepresidente de Carsfe, subrayó que las pérdidas agrícolas en esta zona son graves, mientras que la ganadería enfrenta una crisis aún mayor con la llegada del invierno, ya que no hay pasto ni posibilidad de sembrar pasturas. La prórroga de la emergencia agropecuaria es una medida urgente para aliviar la difícil situación en el norte de Santa Fe.

Las condiciones climáticas adversas en el norte de Córdoba y Santa Fe están afectando gravemente la producción agrícola, particularmente el maíz. Las lluvias tardías no fueron suficientes para paliar los efectos de la sequía y el calor extremo, lo que ha generado pérdidas importantes para los productores. Con un panorama incierto y la necesidad de medidas urgentes, el sector agropecuario se enfrenta a uno de sus mayores desafíos. La extensión de la emergencia agropecuaria en Santa Fe y el apoyo a los productores afectados son cruciales para mitigar los daños.

Agrolatam.com