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SanCor enfrenta un nuevo embate: subasta de quesos por casi 3 millones de dólares en medio del concurso preventivo

La histórica cooperativa SanCor se encuentra nuevamente en aprietos. En pleno proceso de concurso preventivo, el fondo acreedor IIG Structured Trade Finance busca rematar casi 437 toneladas de queso por casi u$s3 millones.

 La cooperativa láctea SanCor atraviesa su peor momento en años, con un panorama aún más sombrío por la reciente decisión de su acreedor, el fondo inversor IIG Structured Trade Finance Fund Ltd., de ejecutar la garantía de casi 437 toneladas de queso. Esta subasta, programada para el 28 de febrero en la Ciudad de Buenos Aires, pone en duda la capacidad de la cooperativa para continuar operando y salir de su crisis financiera.

El fondo IIG Structured Trade Finance busca rematar un total de 436.922 kilos de queso, de los cuales 268.672 corresponden a queso de pasta dura y 168.250 a queso semiduro, productos que se encuentran almacenados en los depósitos de SanCor en La Carlota (Córdoba) y Gálvez (Santa Fe). La subasta, que tiene una base de casi 3 millones de dólares (u$s3 millones), se realiza tras la ejecución de una garantía respaldada por warrants emitidos por Control Union Argentina S.A.

El antecedente de esta situación es el intento de remate de casi 700.000 kilos de queso en julio del año pasado, que fue frenado gracias a un acuerdo alcanzado con el mismo fondo. Sin embargo, la situación ha cambiado. SanCor se encuentra en medio de un proceso de concurso preventivo de acreedores, lo que complica las negociaciones y podría alterar el futuro de la cooperativa. En este contexto, el artículo 24 de la Ley de Concursos y Quiebras establece que la subasta podría ser suspendida si se determina que perjudica el proceso de reorganización patrimonial de la empresa, abriendo la posibilidad de que SanCor solicite medidas para proteger sus activos.

SanCor, una de las cooperativas lácteas más grandes de Argentina, llegó a esta situación crítica tras años de dificultades financieras y estructurales. La empresa acumuló deudas millonarias con proveedores, bancos y el propio Estado, lo que afectó su capacidad para adquirir materia prima y mantenerse operativa. La falta de inversión en tecnología y la pérdida de confianza por parte de los productores tamberos fueron factores determinantes en su caída.

A pesar de los esfuerzos por reestructurar la empresa, que incluyeron la venta y cierre de plantas, así como la reducción de personal, la cooperativa no logró revertir su crisis. En la actualidad, SanCor opera a una fracción de su capacidad, procesando solo 200.000 litros de leche por día, en comparación con los más de 1,2 millones de litros diarios que llegó a procesar en su apogeo. Además, ha perdido su presencia en las góndolas de los supermercados, lo que hace que su recuperación sea cada vez más incierta.

En el sector lácteo, la situación de SanCor es vista como un ejemplo del fracaso en la gestión y la falta de políticas claras para mantener a la cooperativa competitiva. Muchos tamberos que aún abastecen a la empresa aseguran que la cooperativa está prácticamente quebrada y que lo que queda es la liquidación de sus activos.

En cuanto al concurso preventivo, SanCor recurrió a esta medida porque ya no tenía más herramientas para salir a flote, y la llegada de capitales externos nunca se concretó. Las deudas continúan acumulándose, y cada vez más voces del sector advierten que el futuro de la cooperativa está marcado por la incertidumbre.

La subasta del 28 de febrero podría ser un punto de inflexión para SanCor, con un desenlace que podría determinar si la cooperativa logra sobrevivir o si la liquidación de sus activos será el último capítulo de su historia.

Agrolatam.com