Productores de EE.UU. presionan a Trump para frenar la importación de carne paraguaya
Ganaderos estadounidenses advierten sobre el riesgo de fiebre aftosa y piden que se revierta la reciente aprobación de la administración Biden para la importación de carne fresca de Paraguay.
La industria busca mayores restricciones y aranceles para proteger la producción nacional.
En el marco de la transición política en Estados Unidos, los productores ganaderos han presentado una serie de propuestas para que la administración de Donald Trump implemente en los primeros 100 días de su mandato. Entre ellas, destaca la solicitud de anular la autorización para la importación de carne fresca proveniente de Paraguay, bajo el argumento de que expone a la industria local a un riesgo innecesario de fiebre aftosa.
Bill Bullard, director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de Montana, fue uno de los principales impulsores de esta medida. En una columna publicada en un medio estadounidense, remarcó la necesidad de restablecer los estándares de importación que, según su visión, han sido relajados en los últimos años. "Debemos proteger nuestra industria de la introducción de enfermedades y plagas extranjeras", afirmó.
Bullard subrayó que Paraguay no es un país libre de fiebre aftosa, lo que representa una amenaza sanitaria para la ganadería estadounidense. En ese sentido, enfatizó que una de las primeras acciones del Congreso debería ser revertir la decisión de la administración Biden que permitió la entrada de carne fresca de ese país sudamericano.
Además de este reclamo, el dirigente ganadero abogó por la aplicación de aranceles y cuotas a las importaciones de carne vacuna y ovina procedentes de países que tienen un superávit comercial con EE.UU. A modo de ejemplo, mencionó que en 2024 se importaron casi mil millones de libras de carne de res desde Australia, mientras que las exportaciones a ese país apenas alcanzaron un millón de libras. Situaciones similares se repiten con Brasil y Canadá, donde las importaciones superan ampliamente a las exportaciones estadounidenses.
Según Bullard, esta desigualdad comercial afecta directamente a los productores locales, limitando su capacidad de reconstrucción de rebaños y reduciendo la producción nacional de carne de res y cordero. "La solución es imponer restricciones comerciales que eviten el desplazamiento de nuestra producción y frenen la crisis que atraviesan las granjas y ranchos estadounidenses", sostuvo.
El pedido para excluir a Paraguay del mercado estadounidense no es nuevo. A principios del año pasado, un senador de Montana ya había promovido una iniciativa similar con fines políticos. Ahora, con el cambio de gobierno, el tema vuelve a estar en agenda y genera expectativa en el sector ganadero sobre las posibles medidas que pueda tomar la administración de Trump.