Agricultura

INTA refuerza recomendaciones para monitoreo temprano de chicharritas en cultivos de maíz

Especialistas del INTA instan a intensificar el monitoreo de Dalbulus maidis en cultivos de maíz tardío y de segunda siembra.

 Aunque la presencia del vector disminuyó respecto a 2024, advierten sobre la necesidad de identificarlo correctamente y evaluar posibles medidas de control para evitar enfermedades como el achaparramiento.

Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) han publicado nuevas recomendaciones para la detección temprana y manejo de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), un vector de enfermedades como el achaparramiento. Aunque la densidad poblacional del insecto ha disminuido en comparación con la campaña 2024, las condiciones climáticas actuales favorecen su proliferación en algunas regiones del país.

Una situación dispar según la región

En las principales regiones maiceras del centro de Argentina, los cultivos tempranos no presentan síntomas de enfermedades transmitidas por la chicharrita. Sin embargo, en el noreste, los especialistas han detectado casos aislados de síntomas compatibles con achaparramiento en cultivos cercanos a cosecha.

Eduardo Trumper

"Los primeros individuos detectados al sur del paralelo 30 probablemente sean migrantes de zonas endémicas como el NEA y NOA. Esto podría reducir el número de generaciones del vector y, en consecuencia, la incidencia de enfermedades respecto a la campaña anterior", explicó Eduardo Trumper, coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA.

Estrategias para la detección y manejo

Para prevenir brotes significativos, el INTA recomienda monitorear los cultivos cada 3 a 5 días desde los estadios iniciales (VE) hasta V8-V10. Este monitoreo debe incluir:

Observación directa: Revisar al menos 5 plantas en 15-20 puntos diferentes del lote.Trampas cromáticas adhesivas: Identificar la presencia del vector de manera más precisa. 

Análisis específicos: Evaluar el porcentaje de individuos infectados mediante técnicas como PCR.

Adriana Saluso, investigadora.

"Es fundamental realizar las observaciones en horas de la mañana para evitar que el insecto, menos móvil a esa hora, pase desapercibido. Además, es importante diferenciar correctamente a Dalbulus maidis de otras especies similares", advirtió Adriana Saluso, investigadora del INTA Paraná.

Manejo químico y semillas tratadas

El control químico, aunque recomendado como complemento, debe realizarse con cautela. En casos de elevada densidad poblacional, se sugiere el uso de insecticidas autorizados por SENASA, respetando las dosis registradas y rotando modos de acción en caso de reinfecciones.

Fernando Flores, investigador.

En cuanto a la siembra, las semillas tratadas con insecticidas como clotianidin, tiametoxam e imidacloprid ofrecen protección efectiva en estadios tempranos (VE-V2). Sin embargo, su eficacia disminuye en fases más avanzadas del cultivo, según Fernando Flores, investigador del INTA Marcos Juárez.

"En condiciones de baja densidad poblacional, la colonización del lote suele comenzar en las cabeceras, lo que permite focalizar los controles en estas áreas específicas", añadió Flores.

Consulta de datos actualizados

Los especialistas recomiendan consultar los Informes de la Red Nacional de Monitoreo, disponibles con frecuencia quincenal, y el mapa actualizado de capturas publicado por el INTA. Estas herramientas son esenciales para planificar estrategias de manejo adecuadas y prevenir la propagación de enfermedades en los cultivos de maíz.

Con estas recomendaciones, el INTA busca minimizar el impacto de la chicharrita en los cultivos argentinos, promoviendo un manejo integrado y sustentable que garantice la productividad del sector agrícola.

Agrolatam.com