Trump firmó decretos para revertir políticas de Biden y priorizar la agenda nacional
Las nuevas medidas incluyen la eliminación de regulaciones ambientales, el regreso obligatorio de empleados federales a sus oficinas y la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una serie de decretos ejecutivos con el fin de marcar un cambio de rumbo respecto a la administración anterior de Joe Biden. Las nuevas disposiciones abarcan ámbitos laborales, ambientales, regulatorios, sociales y judiciales, bajo la premisa de restablecer el "sentido común" y priorizar los intereses nacionales.
Entre las acciones adoptadas, la Casa Blanca anunció la derogación de 78 medidas implementadas por Biden, acompañadas de la firma de nuevas órdenes ejecutivas. Uno de los decretos más destacados instruye el regreso obligatorio de los empleados federales a sus lugares de trabajo, poniendo fin al esquema de teletrabajo. La disposición establece que los responsables de cada dependencia deberán aplicar la medida de manera inmediata, aunque podrán considerarse excepciones en casos particulares.
Trump comunicó la iniciativa ante miles de seguidores reunidos en el estadio Capital One de Washington, donde argumentó que esta acción busca optimizar la eficiencia del sector público y reducir costos operativos. En esa línea, Elon Musk, asesor del gobierno en diversas áreas, celebró la decisión y predijo una posible "reducción voluntaria" de personal dentro de la administración federal.
Entre los cambios más relevantes, la nueva administración anunció la eliminación de normativas ambientales que, según el gobierno, encarecen productos esenciales como alimentos y combustibles. Además, se impulsó una simplificación en los requisitos del sector inmobiliario y de salud, con el objetivo de aliviar la carga burocrática.
El Ejecutivo atribuyó los problemas económicos actuales a las políticas implementadas durante la gestión de Biden, alegando que estas provocaron un incremento significativo en los costos de vida para las familias estadounidenses.
En otro decreto, Trump ordenó una investigación sobre el presunto uso indebido de la Justicia y las agencias de inteligencia bajo la administración anterior. La fiscal general designada, Pam Bondi, y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, tendrán la tarea de identificar posibles casos de instrumentalización política en organismos como el Departamento de Justicia, la Comisión del Mercado de Valores (SEC) y la Comisión Federal de Comercio (FTC).
Otra medida polémica impulsada por Trump ha sido la derogación de políticas de diversidad, equidad e inclusión, instauradas por Biden. El presidente argumentó que dichas iniciativas "distorsionaron" el funcionamiento de las instituciones, reemplazando el criterio de mérito por políticas de identidad.
Finalmente, cumpliendo con una de sus promesas de campaña, Trump oficializó la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, argumentando que este tratado afecta negativamente la economía nacional. La decisión fue aclamada por su base de seguidores, quienes la interpretan como una reafirmación de la prioridad de los intereses estadounidenses en la esfera internacional.
Con estas medidas, Trump busca establecer una marcada diferencia con la gestión de su antecesor, enfatizando la necesidad de reducir la intervención gubernamental y fomentar un entorno económico más favorable para los ciudadanos y las empresas.