La maquinaria nacional pisa fuerte: 2 de cada 3 equipos vendidos en 2024 fueron fabricados en Argentina
Un cambio histórico en las ventas de maquinaria agrícola, vial e industrial
El mercado de maquinaria agrícola, vial e industrial (MAVI) en Argentina registró en 2024 su mayor proporción de ventas de equipos nacionales en una década: el 64,7% de los patentamientos correspondió a maquinaria fabricada en el país, mientras que solo el 36,3% fue de origen importado.
Este cambio de tendencia contrasta con la realidad de hace diez años, cuando los equipos importados dominaban el mercado con el 63% de las ventas. En cifras, de los 10.836 equipos vendidos en 2024, 6.904 fueron nacionales y 3.932 importados, revirtiendo completamente la relación que prevalecía una década atrás.
La proporción alcanzada el último año no solo representa un récord en términos de participación de maquinaria nacional, sino que también supera el 61,1% registrado en 2021, otro hito reciente.
Las causas detrás del cambio
Entre las razones que explican este fenómeno, se destaca el endurecimiento de las restricciones a las importaciones durante los últimos años, lo que impulsó la demanda de equipos producidos localmente. Este contexto fortaleció a las empresas nacionales, que lograron ganar terreno en el mercado interno frente a la competencia externa.
Sin embargo, el panorama podría cambiar nuevamente. Con la llegada de un Gobierno que busca liberalizar la economía, persisten las dudas sobre si esta tendencia se mantendrá o si los equipos importados volverán a ganar protagonismo en el mercado argentino.
2020: el punto de inflexión
El año 2020 marcó un antes y un después para el sector. Por primera vez desde 2014, las ventas de maquinaria nacional superaron a las importadas, iniciando un ciclo de crecimiento sostenido que se consolida hasta el día de hoy.
En perspectiva histórica, en 2014 la maquinaria extranjera dominaba con un 63% de las ventas. De un total de 10.303 patentamientos, 6.576 eran de equipos importados y solo 3.727 de fabricación local. Este escenario parecía inamovible, hasta que las condiciones económicas y políticas favorecieron la producción nacional.
Ahora, el desafío será consolidar este liderazgo en un contexto de apertura económica, donde la competitividad y la innovación jugarán un papel clave para el futuro de la industria argentina.