Mercados

Maíz : entre el repunte de precios y el impacto climático

El mercado del cereal comienza a mostrar signos de recuperación tras un período de precios bajos, impulsados por el ingreso de la cosecha récord estadounidense.

Según un informe de Carlos Pouiller , cofundador de la consultora AZ Group los factores climáticos adversos en Sudamérica, particularmente en Argentina, están generando expectativas de precios sostenidos para la segunda mitad del año.

En la campaña 2024/25, las proyecciones globales apuntan a una caída en la producción de 12 millones de toneladas y una reducción de los stocks mundiales de 20 millones de toneladas, mientras que el consumo aumentará en 9,5 millones de toneladas. Esta combinación de factores llevará la relación stock-consumo del 26% al 24%, configurando un escenario alcista en los mercados internacionales.

En Sudamérica, principal proveedor mundial de maíz, las perspectivas no son alentadoras. Tanto Brasil como Argentina enfrentarán menores volúmenes de producción y exportación este año. En el caso argentino, las principales zonas agrícolas ya están sufriendo los efectos de un clima seco y altas temperaturas, lo que complica aún más las proyecciones productivas y los saldos exportables.

En el mercado local, los precios han mostrado una recuperación. Actualmente, el maíz se comercializa en torno a los $200.000 por tonelada (aproximadamente 190 dólares), mientras que la posición abril para el maíz nuevo superó los 180 dólares. Este contexto me lleva a reflexionar sobre la importancia de tomar decisiones estratégicas en un mercado que exige previsión.

Ante esta coyuntura, se considera fundamental implementar estrategias de cobertura. Una posibilidad es combinar ventas actuales con la compra de opciones, a un costo razonable de 3 a 4 dólares por tonelada. Esta herramienta permite fijar precios mínimos y, al mismo tiempo, protegerse frente a posibles subas futuras.

De cara a 2024, el panorama para el maíz se presenta desafiante pero lleno de oportunidades. El clima, las proyecciones de stocks globales y la demanda creciente serán determinantes. Como productor, adaptarse a esta nueva realidad es clave para maximizar los beneficios en un mercado tan volátil como el actual.