Persistente ola de calor y lluvias escasas: el impacto de La Niña en Argentina
La primera quincena de enero está marcada por altas temperaturas y lluvias sectorizadas, reflejando un patrón típico de La Niña. Rige alerta roja por calor extremo y alerta naranja por tormentas severas en algunas provincias.
Argentina y el sur de Sudamérica experimentan en este inicio de 2025 un clásico comportamiento climático asociado a La Niña. Tras un diciembre con temperaturas moderadas, el calor intenso regresó, especialmente en el oeste y la Patagonia, mientras que la estabilidad atmosférica domina gran parte del país, inhibiendo lluvias significativas.
El calor afecta a amplias regiones del país, con temperaturas que superan los 35 °C en el norte, centro, oeste y Patagonia. En contraste, áreas como la Costa Atlántica y Buenos Aires registran valores más moderados gracias a los vientos del sur y este. Por ejemplo, Mar del Plata alcanzó apenas los 20 °C, mientras que La Rioja registró picos de 41 °C.
Las lluvias, por su parte, se concentran en fenómenos aislados y localizados, impulsados por el calentamiento superficial y pequeñas perturbaciones atmosféricas en altura, sin la influencia de sistemas frontales que provoquen un cambio de masa de aire.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de nivel rojo por calor extremo en el norte de la Patagonia y el oeste de La Pampa. También hay alerta naranja en el oeste de Chubut por temperaturas extremas.
En cuanto a las tormentas, el SMN destaca alertas naranjas para este lunes en el este de Mendoza, gran parte de San Luis y el norte de La Pampa. Estas tormentas podrían ser severas, con granizo de diversos tamaños y ráfagas que superarían los 90 km/h.
Si bien La Niña no ha sido declarada oficialmente, los efectos actuales se asemejan a sus características típicas. Este fenómeno genera estabilidad atmosférica y reduce las lluvias en gran parte del país, mientras concentra la actividad convectiva en zonas como Cuyo y el NOA. Estas áreas registran tormentas frecuentes pero localizadas, afectando principalmente zonas montañosas.
Para mediados de semana, se espera el ingreso de un frente frío desde la Patagonia hacia el centro del país, lo que podría moderar las temperaturas en las provincias centrales y aumentar la probabilidad de tormentas aisladas. En el sur, el descenso térmico será más notable.
Mientras el turismo celebra las condiciones soleadas y cálidas en la Costa Atlántica, la actividad agropecuaria enfrenta un panorama preocupante. Los agricultores esperan un cambio en el patrón climático hacia la segunda quincena de enero, según sugieren algunos modelos de pronóstico. Sin embargo, la persistencia del calor y la falta de lluvias generalizadas siguen siendo un desafío para el sector productivo.