Fertilizadoras incorporadas: una solución clave para reducir pérdidas hasta un 60% en la aplicación de fertilizantes
Un estudio del INTA confirma que las fertilizadoras incorporadas permiten una dosificación más eficiente, reduciendo la volatilización del nitrógeno y optimizando el uso de recursos.
Esta tecnología podría ahorrar entre 19 y 43 dólares por hectárea, mejorando la productividad y sustentabilidad en los cultivos.
Según un reciente estudio del INTA, las fertilizadoras incorporadas son una tecnología clave para enfrentar las pérdidas generadas por la volatilización del nitrógeno, la lixiviación y el escurrimiento superficial, factores que impactan directamente en la eficiencia y los costos de la fertilización.
"Estas máquinas reducen la volatilización del nitrógeno entre un 40 y un 60 % y mejoran la absorción de nutrientes por parte de las plantas", destacó Hernán Ferrari, coordinador del grupo de Mecanización Agrícola del INTA.
Actualmente, hasta el 50% del nitrógeno aplicado puede perderse por estos factores, lo que representa un desperdicio significativo con un alto impacto económico.
Ferrari detalló que en cultivos como maíz o trigo, donde se aplican en promedio 120 kg de nitrógeno por hectárea, el costo de las pérdidas por volatilización puede oscilar entre 48 y 72 dólares por hectárea. Gracias a las fertilizadoras incorporadas, el ahorro potencial en insumos podría variar entre 19 y 43 dólares por hectárea.
Además, según la FAO, la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN) global es de apenas el 50%, mientras que con estas máquinas puede elevarse hasta un 80%, especialmente en suelos con alta lixiviación.
Otro beneficio destacado es la disminución de las pérdidas por escurrimiento superficial durante lluvias, que pueden representar entre un 10 y un 15% de los fertilizantes aplicados. Las fertilizadoras incorporadas eliminan casi por completo estas pérdidas, favoreciendo un manejo más eficiente y sustentable.
Además de mejorar la eficiencia de los recursos, esta tecnología libera a la sembradora de la tarea de fertilización, aumentando la productividad general del sistema de siembra.
"El uso de fertilizadoras independientes puede reducir el tiempo de detención de la sembradora entre un 15 y un 20 %", explicó Ferrari. Esto evita las paradas frecuentes para recargar fertilizantes, que pueden llevar entre 30 y 40 minutos por sesión, ahorrando hasta 2 o 3 horas diarias en tiempo muerto.
Las fertilizadoras incorporadas se posicionan como una solución integral para mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y optimizar el uso de fertilizantes. En un contexto de alta demanda de sostenibilidad, esta tecnología representa una herramienta estratégica para los productores que buscan maximizar su productividad mientras cuidan el medio ambiente.