Eficiencia en el manejo de fertilización en pasturas mixtas en el norte de Buenos Aires
Un estudio analiza el impacto de la fertilización con nitrógeno en pasturas de festuca pura, mezcla con alfalfa y alfalfa nodulada en la región pampeana, destacando estrategias para optimizar la producción forrajera.
En la región pampeana, particularmente en el norte de la provincia de Buenos Aires, la falta de nitrógeno (N) y fósforo (P) es uno de los principales factores limitantes para el crecimiento de pasturas perennes. El estudio evaluó la respuesta de festuca alta pura, mezcla de alfalfa con festuca alta, y alfalfa pura bajo diferentes estrategias de fertilización nitrogenada.
Las pasturas de festuca alta pura no fertilizadas mostraron una baja capacidad de acumulación de forraje con una producción promedio de 5,35 t de materia seca (MS) por hectárea al año. Tres hallazgos clave surgieron del análisis de su fertilización con 0, 75 y 150 kg N ha¹ por año:
Bajas tasas de crecimiento sin fertilización: La festuca alta mostró una eficiencia limitada sin adición de nitrógeno.Mejor eficiencia en fines de invierno: La aplicación de N en esta época resultó en un incremento de 29 kg de MS por kg de N aplicado en primavera, optimizando la conversión.Mayor beneficio económico en otoño: La fertilización otoñal es particularmente relevante, dado el déficit de forraje en invierno.Sin embargo, las aplicaciones en invierno y verano no mostraron mejoras significativas.
Mezcla de alfalfa y festuca: respuestas moderadas al nitrógeno
Las pasturas mixtas respondieron de forma limitada a la fertilización nitrogenada, dependiendo de la proporción de leguminosa presente. Las mayores respuestas se observaron en pasturas más antiguas, donde la alfalfa había disminuido significativamente por manejo o factores ambientales. Estas respuestas fueron inmediatas pero se diluyeron hacia el invierno y verano.
Alfalfa pura: la importancia de la fijación simbiótica
En alfalfa pura bien nodulada, la adición de nitrógeno no mejoró la producción de forraje. Esto se atribuye a su capacidad simbiótica con la bacteria Sinorhizobium meliloti, que satisface casi todos sus requerimientos de nitrógeno a lo largo de su ciclo. Además:
La aplicación excesiva de N puede reducir la densidad de plantas y la eficiencia de fijación simbiótica, afectando la producción futura.En sistemas con buena nodulación, la alfalfa no mostró mejoras al aplicar 50 kg N en otoño y 75 kg N en invierno.El manejo eficiente de fertilización debe considerar el tipo de pastura y su etapa de desarrollo. Mientras la festuca pura depende ampliamente del nitrógeno aplicado en otoño e invierno, las mezclas con alfalfa y la alfalfa pura se benefician menos, especialmente si mantienen una buena nodulación bacteriana. Estos resultados destacan la necesidad de un manejo estratégico para maximizar la producción forrajera sin agotar los recursos del suelo.