Argentina en alerta: Tormentas fuertes y agravamiento de la sequía ponen en riesgo los cultivos
El avance de tormentas aisladas genera preocupación, mientras la sequía sigue afectando gravemente a la zona núcleo del país. Sin suficientes precipitaciones, el agro argentino enfrenta un panorama crítico.
El avance de un sistema frontal frío provocó el desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad en la porción central de Argentina durante el lunes. Fenómenos intensos, como la caída de granizo, se registraron en sectores de Buenos Aires, el AMBA y Entre Ríos. Este sistema se desplaza hacia el norte, afectando el noreste de Entre Ríos y el este de Corrientes, donde el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta meteorológica por tormentas fuertes.
Se espera que las tormentas estén acompañadas de intensa actividad eléctrica, fuertes ráfagas de viento, y caída de granizo. Sin embargo, los acumulados de lluvia no serán suficientes, con registros esperados de entre 15 y 30 mm.
Sequía: una preocupación creciente para el agro argentinoLa falta de lluvias en lo que va de la primavera ha complicado los cultivos de invierno y la siembra de verano. Sólo algunos sectores puntuales recibieron lluvias significativas, limitadas al extremo este del país. A medida que avanza octubre, si las lluvias no aumentan, la situación podría volverse aún más crítica.
La perspectiva a largo plazo no es alentadora debido al inminente evento de La Niña, que trae consigo pronósticos negativos de lluvia para el verano y parte de la primavera. En el corto plazo, los próximos 7 días traerán lluvias solo en el norte del país, afectando provincias como Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones. El resto de la nación no verá precipitaciones significativas en los próximos días.
El área en sequía se expande en el centro del país
Los efectos combinados de la falta de lluvias, la variabilidad térmica extrema, y los vientos fuertes han agravado la sequía en la zona núcleo. En solo una semana, el área afectada por la sequía aumentó del 54% al 64%. Para revertir la situación, se necesitarían entre 80 mm y 140 mm de lluvia en los próximos 15 días, un escenario poco probable según los pronósticos actuales.
La situación continúa siendo crítica, y el panorama climático a corto y largo plazo deja pocas esperanzas para un repunte en las condiciones del suelo, lo que agrava la preocupación en el sector agropecuario.