Economia

Qué consecuencias tendrá en el campo la sequía

Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). la escasez hídrica ha afectado a los lotes trigueros, mientras que la falta de agua también amenaza la siembra del maíz . Se beneficiará la soja.

La sequía sigue golpeando con fuerza al sector agropecuario, especialmente en el norte y oeste de la región pampeana, donde la falta de lluvias ha empeorado las condiciones del trigo y genera gran incertidumbre en la siembra del maíz. En contraste, el área destinada a la soja podría aumentar en un 7,5%, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

De acuerdo con el reporte, la escasez hídrica ha afectado a los lotes trigueros, mientras que la falta de agua también amenaza la siembra del maíz. Por otro lado, la oleaginosa muestra una tendencia de crecimiento debido a las difíciles condiciones para los otros cultivos.

Maíz y trigo en dificultades

A pesar de los ajustes realizados, las estimaciones de la superficie sembrada con maíz para la campaña 2023/24 indican que la producción podría superar los 49 millones de toneladas, un repunte del 1% respecto al informe anterior. Sin embargo, la expansión de la plaga de la "chicharrita" ha afectado gravemente el área destinada a este cereal, con 2,49 millones de hectáreas consideradas "no cosechables".

Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, señaló que aproximadamente un millón de hectáreas no pudieron cosecharse debido a la plaga. Como resultado, se ha perdido cerca del 27% de la cosecha estimada.

En cuanto al trigo, la falta de lluvias durante septiembre ha deteriorado el cultivo. Se estima que el 30% de las hectáreas sembradas están en condiciones "regulares a malas", lo que pone en riesgo la meta de alcanzar los 20,5 millones de toneladas para la campaña 2024/25.

El desafío del agua para el maíz y la soja en alza

El déficit hídrico que afecta al trigo también perjudica la siembra temprana del maíz, lo que ha forzado a muchos productores a realizar la siembra bajo condiciones desfavorables de temperatura y humedad en el suelo. En algunas áreas, las reservas de agua útil en el perfil del suelo no superan el 70%, lo que aumenta la dependencia de las lluvias futuras.

Mientras tanto, la soja sigue ganando terreno en la planificación de los productores. La BCR estima que el área destinada a este cultivo crecerá un 7,5% interanual, alcanzando 17,7 millones de hectáreas. La proyección de cosecha para la oleaginosa podría situarse entre 52 y 53 millones de toneladas, consolidando su papel como uno de los principales cultivos del país.

La sequía, las plagas y la incertidumbre climática siguen marcando el rumbo de una campaña agrícola que enfrenta grandes desafíos. Los próximos meses serán clave para determinar el impacto final de estas variables en el sector agropecuario argentino.