Cómo está hoy la producción de biodiesel en Argentina
Argentina es el sexto productor mundial de biodiesel, con una participación del 3,3%. En el país, hay 32 plantas dedicadas a la producción de biodiesel en base a aceite de soja. En promedio, el 58% de lo producido se exporta.
En Córdoba, existen cuatro plantas cuyo principal destino es el autoconsumo.
En el mercado mundial del biodiesel, Argentina ocupa el sexto lugar con el 3,3% de participación. Esta industria comienza en el país en el año 2006, luego de haberse establecido un régimen de regulación y promoción para la producción y uso sustentable de los biocombustibles a través de la Ley Nacional 26.093.
La Unión Europa (UE) es el mayor productor de este biocombustible, con 10,5 millones de toneladas promedio por año a través de 200 plantas. Desagregando por país de la UE, Alemania es el principal productor (25%), seguido por Francia (16%), Países Bajos (15%) y España (12%).
Luego de la UE, el segundo puesto lo ocupa Estados Unidos, con el 18,3% de participación, Indonesia el tercero con el 17,6% y el cuarto Brasil con el 12,3%.
El uso de materias primas para producir biodiesel varía según cada país. Sin embargo, a nivel mundial con el 36% de participación total, se utiliza primordialmente el aceite de palma. El aceite de soja se posiciona como el segundo mayor insumo utilizado, con una participación del 23%. Mientras que, el tercer puesto lo comparten los desechos (sobre todo aceite de cocina usado) y el aceite de colza, que aportan el 14% cada uno. En menor medida, otros factores utilizados son las grasas animales (6%), el aceite de girasol (1%) y otros usos (6%) como puede ser el aceite de coco.
La producción de biodiesel argentino data desde el 2008 (a pesar de haberse creado la ley en 2006) donde el 96% de las más de 711 mil toneladas producidas se destinaron a la exportación. Es recién a partir de 2010 cuando parte de la producción se comienza a emplear para la mezcla con el gasoil, con la particularidad que la mayoría continuaba destinándose en mayor proporción a la comercialización hacia el exterior.
Como se puede observar en la tabla N°1 los stocks finales siempre fueron positivos, alcanzando máximos en el 2021 con 232 mil toneladas. Esto fue en para años como 2010, 2013, 2016, 2018, 2022 y 2023 donde las producciones del año no fueron suficiente para cubrir la demanda total (ventas internas más exportación).
En Argentina, hay cinco provincias que producen y venden biodiesel para el corte con el gasoil y/o diésel. Considerando el primer semestre de 2024, Santa Fe se posiciona como la primera productora, con 354 mil toneladas de biodiesel, le siguió Buenos Aires con 152 mil toneladas generadas y en tercer lugar La Pampa con 36 mil toneladas. Del total producido en el primer semestre, el 65% se destinó para ventas al corte, mientras que, el promedio histórico indica que la relación se establece en un 42%, por lo que el 2024 se posiciona un 23% por encima del promedio.
En los registros históricos, Santa Fe tiene el 79% de participación en la producción y el 48% en las ventas al corte. Mientras que, para Buenos Aires esas participaciones son del 11% y el 28% respectivamente.
Actualmente, el corte de gasoil y/o diésel con biodiesel se posiciona en un nivel de 7,5%, mostrando una recuperación del año 2023 donde el corte efectivo fue del 5% debido a una menor producción. Con el debate de la nueva Ley de Biocombustibles, que ya se encuentra en el Congreso, se prevén aumentos progresivos. Para la segunda mitad del corriente año, la mezcla debería situarse en un 10% según el esquema previsto. Para los siguientes períodos se plantea un crecimiento de un punto porcentual por año, hasta alcanzar el corte en un 15% en 2027.
En la nueva Ley de Biocombustibles, habría una excepción con la Región Patagónica, donde la mezcla obligatoria se posicionaría en un 10% hasta que lo determine la Autoridad de Aplicación.
Exportaciones
Por el lado de las exportaciones de biodiesel, en promedio, se comercializan hacia el exterior el 58% de la producción, que equivalen a unos 1,1 millones de toneladas por año. El comercio de este biocombustible está sujeto a distintas fluctuaciones que provienen de regulaciones tanto internas como externas que afectan las cantidades vendidas.
Del año 2012 al 2013 hay una caída en las cantidades exportadas como consecuencia de una sanción al biodiesel argentino por parte de España, quien ese momento era el principal destino de exportación, lo que implicó una merma en la comercialización. Además, que, a fines de 2013, la Unión Europea aplicó un arancel antidumping, que consiste en la aplicación de una tarifa adicional al precio del producto, en este caso al biodiesel, por dumping (situación donde el valor FOB del producto es inferior al valor normal del mismo en el mercado interno del país de origen) generando una merma en la venta externa.
En 2014 hay una recuperación de la producción, en parte por una diversificación de los destinos, y en gran medida por una reducción de los derechos de exportación que pasaron del 20% al 12%, permitiendo entonces colocar su producto en nuevos mercados, considerando un escenario signado por altos precios del petróleo. Durante el año 2015, las exportaciones sufrieron una caída del 51%, comparado al año previo, a causa de un precio bajo para el petróleo y considerando que muchos países a los que se exportaban no tenían reglamentación respecto al corte de gasoil con biodiesel, un menor precio de petróleo generaba incentivos a consumir menos biocombustible.
Los años más favorables en cuanto a cantidad exportada lo conformaron 2016 y 2017. En particular, en el 2016 el derecho de exportación había sufrido una baja respecto al periodo anterior, por lo que se ubicaba en un 5%. Mientras que para 2017, se habían eliminado por completo, así se produjo la exportación récord de la serie, con 1,7 millones de toneladas comercializadas al exterior.
Hacia 2018 comienza una tendencia bajista en las exportaciones, que continuó hasta 2020, debido a un aumento de los derechos de exportación que pasó del 8% (a principio del año) al 23% (en 2020) generando una merma en la comercialización y además por un contexto internacional, donde cada vez más los países tratan de desarrollar su industria interna y depender menos de la importación de biocombustibles.
En el año 2020, las exportaciones disminuyen ubicándose en 539 mil toneladas, que se configuraba como la cifra más baja hasta esos años, a causa de la caída en el consumo de gasoil dadas las restricciones de movilidad como medida ante la pandemia por COVID-19, una baja en el precio del petróleo y sus derivados y los derechos de exportación más altos de la serie hasta ese momento (23%). En 2021 se produjo una recuperación de las exportaciones dado un acuerdo entre la Unión Europea y Argentina para la colocación de cierta cantidad de toneladas de biodiesel libres de aranceles antidumping.
Las menores exportaciones de biodiesel de la historia se presentan en el año 2023, con solo 160 mil toneladas comercializadas, como consecuencia de precios pocos favorables a nivel mundial y una baja producción argentina a causa de una complicada cosecha de soja. En 2024, si bien ya se observa una mejora en las exportaciones de los primeros siete meses, sin embargo, podría posicionarse como el segundo o tercer año con niveles bajos de comercio.
Los ingresos que entran al país en concepto de exportación de biodiesel son, en promedio, USD 1.036 millones por año. Como se puede observar en la tabla, no siempre un aumento en las cantidades comercializadas implica un aumento en el ingreso de divisas, esto se debe a que el precio también causa un efecto sobre los ingresos.
Como se mencionó anteriormente, el año 2017 fue récord en cantidades comercializadas, sin embargo, los ingresos fueron menores a los obtenidos en el año 2016, además de encontrarse por debajo de otros años como 2012, 2014 y 2022.
Comparando los primeros siete meses del 2024 con los del año pasado, el aumento de las cantidades comercializadas fue de un 144%, además de ser mayores al 2023 en su totalidad, mientras que los ingresos solo aumentaron un 88%, de USD 131 a USD 247 millones para el corriente año.
Actualmente, la secretaria de Energía de la Nación publica los precios del biodiesel de manera periódica. Su fórmula de cálculo incluye el costo el aceite de soja, del metanol, la mano de obra y otros costos como pueden ser el pago de impuesto, multiplicado todo por un factor correspondiente al retorno de capital.
Así, para el mes de agosto del corriente año se estableció un precio de USD 1028 por tonelada, un 6% por encima del promedio histórico. Sin embargo, la tendencia está a la baja en lo que va del año, ya que en enero el precio se ubicaba en USD 1.129 por tonelada, y desde ese mes el aumento nominal del precio no pudo compensar los aumentos mensuales del dólar.
En la nueva Ley propuesta por la Liga Bioenergética de las provincias, el precio del biodiesel de soja estaría determinado por la paridad de importación de este biocombustible. El mismo se determina a través de la sumatoria del precio promedio de exportación, más los costos estimados necesarios para la colocación del producto en los Puertos Argentinos (flete, seguro, impuestos nacionales, entre otros). La Autoridad de Aplicación se encargaría de elaborar y publicar la metodología de cálculo y los resultados que se obtengan previo a cada licitación.
Empresas productoras de biodiesel: Argentina y Córdoba
En Argentina se localizan 32 plantas productoras de biodiesel donde, como se observa en la siguiente tabla, la provincia de Buenos Aires posee el 38% de las plantas y una capacidad anual de 448 mil toneladas. Le sigue Santa Fe, con 11 empresas y 443 mil toneladas anuales de capacidad, y finalmente Córdoba con 4 empresas.
En Córdoba, a través del Programa de Autoconsumo de Biodiesel 100%, creado en 2021 por decreto por la gestión del Gobernador Juan Schiaretti, se buscó fomentar la producción y consumo de biodiesel en estado puro a través de plantas de baja escala.
Hasta el momento hay cuatro plantas productoras cuya capacidad productiva varia de los 1000 a los 6000 litros diarios de producción, que equivalen a 5 toneladas diarias de producción máxima, cuya finalidad es el autoconsumo (EPEC está en la fase de prueba experimental). La particularidad, es que todas las plantas se localizan en el norte de la provincia.
La novedad que se incorporaría en la nueva Ley de Biocombustible, es que se prevé la participación de empresas que produzcan y/o destilen hidrocarburos en la producción de biodiesel destinado a las mezclas obligatorias. Esta participación se hará efectiva siempre y cuando el corte con este biocombustible al gasoil y/o diésel supere el 15%. Sin embargo, la aportación de las empresas hidrocarburíferas no podrá superar el 50% del contenido excedente de la mezcla, considerando la contribución total de las empresas elaboradoras.
Se plantean desafíos para la industria del biodiesel argentino, por un lado, el surgimiento de nuevas tecnologías como el biodiesel HVO que en Estados Unidos se encuentra muy desarrollado (en el área de la aviación), lo que podría generar una caída en las cantidades comercializadas. Por otro lado, las restricciones que atraviesa el mercado tanto internas como externas que no permiten desarrollar el potencial de este sector. Y, no menos importante, el contexto macroeconómico actual que dificultad la toma de decisiones respecto a este sector.
El desarrollo de este biocombustible genera múltiples beneficios, tanto económicos como sociales y ambientales. Agrega valor a la producción nacional de soja, genera empleos de calidad, reduce el consumo de diésel y gasoil por lo que contribuye al ahorro de divisas. Además, que el consumo de este llamado combustible verde está en línea con las políticas que se tratan de promover desde el Estado hacia una matriz energética cada vez más sostenible y diversificada.