La intensas nevadas ponen en jaque a los ovinos en Santa Cruz
Dramática situación en Santa Cruz que relevan productores adheridos a CRA y FIAS
Las fuertes nevadas en el sur argentino vienen complicando la vida cotidiana en las ciudades y en los campos. Enormes y extensas capas de nieve cubren con su manto el suelo y el escaso forraje, dejando a miles de animales sin alimento.
A esto se suma la complejidad de los caminos cortados y la imposibilidad de acceder con alimentos y víveres hasta a los propios puestos de las estancias.
"El tema es que ya hay mucha nieve que se ha congelado abajo, hay capas de hasta de 10 centímetros que se hizo hielo y arriba de esos hay zonas donde cayeron 40 y hasta 60 centímetros de nieve. Eso lo hace poco viable por más que rasque el animal para que pueda proveerse de alimentos. Si esto se prolonga por muchos días comenzaremos a tener serios problemas porque empieza a morir mucha hacienda por falta de comida", explica un productor santacruceño.
Por estas horas las tareas son incesantes. Las gremiales rurales trabajan con el gobierno provincial a través del Consejo Agrario para tratar habilitar las rutas y algunos caminos secundarios. Además, resulta fundamental tomar contacto con el personal que está "tierra adentro" para tomar decisiones respecto de qué hacer con la hacienda bovina y ovina existente en las vastas tierras sureñas.
"Los potreros nuestros son muy grandes, así que normalmente lo que se hace es tratar de arrimar como uno puede la hacienda en un lugar para proveer de pasto en los casos que haya. Normalmente hay reservas, pero no para alimentar toda la producción y eso ya es un problema. Pero lo primero es tratar de llegar, tomar una posición, una decisión a ver qué se puede hacer. Obviamente necesitamos un veranito para aflojar, si afloja un poco la nieve y se recuperan faldeos donde la hacienda puede ir a comer se empieza a solucionar el tema. Pero si en un período de 10 a 15 días no afloja la nieve, ahí realmente la situación es crítica", explica.
Este panorama de por sí es intrincado, pero puede agravarse: "el tema es que no vuelva a nevar con viento porque eso produce voladero y ahí es donde se empieza a sepultar la hacienda. No obstante, si no cambia un poco el clima, si no afloja un poco, realmente va a haber problemas graves porque se debilita mucho la hacienda. Y si vuelve a ocurrir otro evento más, la superposición de este tipo de contingencias provoca la pérdida de producción y de animales", explica.
Por último, y lejos de rendirse, suelta un mensaje de resistencia: "sabemos lo que es producir en la Patagonia. Tenemos claro que no es simple, ni mucho menos. Pero lo hemos hecho por generaciones y le ponemos el pecho. Estos son bastiones de argentinidad, estamos haciendo patria de hace décadas. Vivir y producir en el sur es una forma clara de defender la soberanía. Ojalá que el clima nos empiece a ayudar. Mientras tanto, seguimos buscando los caminos para mantener la producción y las cabezas de ganado bovino y ovino que son nuestro gran capital", finaliza.