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Garbanzo y otras legumbres: Desafíos, expectativas y la importancia de la inoculación

El Clúster del Garbanzo de la Provincia de Córdoba se estableció con el propósito de mejorar las oportunidades y fortalecer una cadena de valor en constante crecimiento. Rizobacter contribuye con sus soluciones biológicas para satisfacer las demandas del sector.

 El futuro de las producciones agrícolas destinadas al consumo humano es cada vez más exigente en términos de seguridad alimentaria. Rizobacter, como actor clave de la cadena, apoya el desarrollo y mejora de la calidad de las legumbres mediante sus soluciones biológicas.

El Clúster del Garbanzo y Legumbres de la Provincia de Córdoba es un ejemplo de alianza estratégica entre empresas e instituciones público-privadas del sector, con la participación de Rizobacter. Este clúster promueve el desarrollo sustentable, asistiendo a unos 32 productores con tecnologías en inoculantes. Destaca por la articulación cercana de todas las partes interesadas en aumentar el valor total de la cadena y resolver desafíos para producir más y mejor. Disponibilidad genética y uso adecuado de formulaciones para proteger el cultivo son dos de los desafíos por delante.

"Rizobacter tuvo un rol importante desde el principio porque el resurgimiento del garbanzo se debió a la siembra directa", afirmó Pablo Campo, presidente del Clúster del Garbanzo. Explicó que los suelos carecían de inóculos para la simbiosis necesaria para el desarrollo del cultivo, y que la inoculación del garbanzo es crucial. "Cuando siembras un lote que nunca tuvo garbanzo sin inoculante, la diferencia en el rendimiento es significativa", añadió Campo, subrayando el impacto negativo de no aplicar la inoculación.

Rizobacter tiene el 97% del market share en inoculantes para garbanzo, lo que confirma su gran aporte para satisfacer las necesidades del sector.

Argentina experimentó una reducción en la producción de garbanzos en las últimas campañas debido a la disminución de la superficie de siembra y las condiciones de sequía. Sin embargo, las expectativas para la campaña 2024-2025 son más positivas, con una leve recomposición del área debido a las buenas condiciones climáticas previstas para la siembra.

Aproximadamente el 95% de la producción nacional de garbanzos se exporta a unos 40 países. En los últimos 10 años, la exportación creció en cantidad y alcance. Aunque Pakistán fue el principal destino, perdió importancia por precios, pero se ganaron mercados en Europa y países limítrofes. Actualmente, Italia, España, Reino Unido, Brasil y Chile son los mayores clientes del garbanzo argentino.

En el último ciclo comercial se declararon exportaciones por 65.859 toneladas, con la participación de cinco empresas que concentraron casi el 57% de ese volumen.

Agrolatam.com