Brasil

Productores agropecuarios en Brasil enfrentan pérdidas devastadoras tras inundaciones

Tras devastadoras inundaciones en Brasil, agricultores como Edite de Almeida enfrentan pérdidas enormes. Su familia lucha por sobrevivir y reiniciar.

 Después de las devastadoras inundaciones en el sur de Brasil, Edite de Almeida y su esposo se vieron obligados a huir de su casa inundada, liberando su humilde rebaño en terrenos más elevados. Este evento catastrófico ha desplazado a medio millón de personas en Rio Grande do Sul y ha causado la muerte de más de 160 personas, dejando una huella indeleble en la región.

La agricultura, una de las principales actividades económicas de la zona, ha sido una de las más afectadas. La familia Almeida ha perdido la mayoría de sus gallinas y sus vacas carecen de pasto. A pesar de las adversidades, Edite de Almeida expresa su gratitud por haber sobrevivido, aunque lamenta profundamente la pérdida de seres queridos.

Los esfuerzos de recuperación se centran en salvar a los animales restantes, con Joao Engelmann, esposo de Edite, haciendo viajes diarios para alimentar al rebaño con lo que puede encontrar. La situación en las granjas es crítica, con campos de cultivo destruidos y una infraestructura devastada que ha contribuido a la escasez de alimentos y agua en la capital del estado, Porto Alegre.

La Red Nacional de Meteorología (INMET) reportó que partes del estado han recibido más de 700 mm de lluvia este mes, lo que equivale a más del promedio anual de precipitaciones en Londres. Mientras las aguas comienzan a retirarse, los daños en las propiedades y la agricultura empiezan a ser más evidentes.

Esta tragedia ha resonado especialmente en Edite y su familia, quienes se establecieron en Eldorado do Sul después de participar en los movimientos por la reforma agraria de los años 80. A pesar de las adversidades actuales, la familia se mantiene resiliente. Edite, una sobreviviente nata, reflexiona sobre el desafío de reconstruir desde cero, mientras su amigo Inácio Hoffmann contempla la posibilidad de abandonar su vida agrícola tras la pérdida de la mayoría de sus vacas.

Este desastre no solo es un golpe a la producción local sino que también tiene el potencial de impactar los mercados agrícolas globales, exacerbando los desafíos en un mundo ya afectado por el cambio climático y las tensiones geopolíticas. La comunidad internacional observa mientras Brasil lucha por recuperarse y reconstruir, recordando la tenacidad y el espíritu de lucha de sus agricultores.

Agrolatam.com