¿Una nueva ola de frío en Buenos Aires este fin de semana?
Buenos Aires enfrenta temperaturas frías este fin de semana, acercándose a los umbrales de ola de frío por primera vez desde 2013, según el pronóstico
Después de más de una década sin experimentar condiciones severas de frío, Buenos Aires podría enfrentar una ola de frío este fin de semana. El término "ola de frío" se refiere a una condición climática donde las temperaturas mínimas y máximas igualan o son inferiores a los umbrales específicos durante al menos tres días consecutivos.
La ciudad ha visto cómo los cambios climáticos globales y las islas de calor urbanas han modificado sus patrones de invierno, haciendo casi desaparecer los crudos fríos que eran más frecuentes décadas atrás. La última vez que Buenos Aires experimentó una ola de frío fue en agosto de 2013, lo que subraya la rareza de este fenómeno en tiempos recientes.
El pronóstico para este fin de semana sugiere una fuerte caída de temperaturas, especialmente el sábado, cuando se espera que las temperaturas mínimas oscilen entre 2 y 3 °C y las máximas no superen los 11 °C. Aunque estas condiciones son indicativas de frío extremo, es probable que no se cumpla el criterio de tres días consecutivos necesario para clasificar oficialmente el evento como una ola de frío.
El Servicio Meteorológico Nacional destaca que, para Buenos Aires, la temperatura mínima debe ser igual o inferior a 3,8 °C y la máxima no debe superar los 12,7 °C para considerarse ola de frío. Este fin de semana, el domingo parece romper la secuencia necesaria para una ola de frío ya que las temperaturas mínimas podrían ascender a 5-6 °C, aunque las máximas se mantendrán bajas.
A pesar de estos datos, el sábado se espera que sea el día más frío del año hasta la fecha, y los expertos recomiendan a los residentes tomar medidas preventivas ante las bajas temperaturas. La anticipación de este frío también ha reavivado los recuerdos de inviernos pasados, particularmente el de 2007, cuando se registró una nevada histórica.
Este fenómeno, aunque breve, destaca cómo incluso en un contexto de calentamiento global, eventos extremos pueden sorprender a la ciudad. A medida que nos adentramos en el invierno, las autoridades y los ciudadanos están alerta ante la posibilidad de más días con temperaturas significativamente bajas.