Colombia inicia investigación por subsidios al maíz y leche en polvo de EE.UU.
Colombia investiga subsidios de EE.UU. al maíz y leche en polvo, anticipando posibles tensiones comerciales.
El gobierno de Colombia ha notificado oficialmente a Estados Unidos sobre la apertura de una investigación por subsidios agrícolas al maíz y la leche en polvo, un movimiento que podría tener consecuencias significativas para ambos países y sus industrias agrícolas. Este anuncio llega en un momento crítico, justo ocho meses antes de que el maíz esté completamente liberalizado de protección arancelaria bajo el Tratado de Libre Comercio entre ambos países.
A pesar de que Colombia produce maíz, una gran parte de su consumo interno depende del maíz importado, principalmente de Estados Unidos. Según Fenalce, la demanda insatisfecha de maíz en el mercado colombiano alcanza el 79%, lo que subraya la dependencia del país de las importaciones. En los últimos años, mientras la producción nacional de maíz creció un 23,4%, las importaciones experimentaron un incremento del 96,5%, señalando una disparidad significativa entre la producción local y las necesidades del mercado.
La investigación por subsidios podría llevar a la imposición de derechos compensatorios o medidas compensatorias por parte de Colombia, en un esfuerzo por proteger su industria nacional del maíz. Esta medida está motivada por los subsidios significativos que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha proporcionado a sus productores agrícolas, estimados en US$248.000 millones en el marco del Agriculture Improvement Act, destinados a proteger a los productores de cambios climáticos y fluctuaciones de precios.
Esta acción podría impactar negativamente el comercio entre Colombia y Estados Unidos, especialmente considerando que Colombia es el cuarto destino más importante para las exportaciones de maíz estadounidense. Andrés Mauricio Castro, decano de Negocios Internacionales de la Universidad Piloto de Colombia, advierte que la imposición de medidas compensatorias podría complicar significativamente las relaciones comerciales, afectando tanto a los productores colombianos que dependen del maíz importado para sus industrias, como a los exportadores estadounidenses.
Impacto en el Consumidor ColombianoLa posible imposición de aranceles sobre el maíz importado también podría incrementar los costos operativos de las industrias avícola y cárnica colombianas, que son grandes consumidoras de este producto. Esto, a su vez, podría traducirse en un aumento de precios para el consumidor final, exacerbando las tensiones económicas dentro del país.
Además, la reducción en la siembra de maíz en Colombia, que ha caído de 786.800 hectáreas en 1990 a 462.626 hectáreas en recientes años, refleja una subutilización crítica de la tierra y la necesidad de revisar las políticas agrícolas para incentivar la producción local. Según Fenalce, actualmente solo se siembra el 1% del área potencial para maíz en Colombia, un dato que subraya el amplio margen para aumentar la producción nacional y reducir la dependencia de las importaciones.