El girasol enfrenta adversidades climáticas que complican la cosecha
Las fuertes precipitaciones de los últimos días han puesto en jaque a los productores de girasol, enfrentándose no solo al retraso en la recolección sino también a desafíos como el granizo, problemas de vuelco y enfermedades de fin de ciclo,
A pesar de que las lluvias a principios de febrero fueron recibidas positivamente por los productores agropecuarios, ayudando a mantener proyecciones de producción en niveles altos, el cultivo del girasol no ha corrido con la misma suerte. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires ha indicado que el cultivo está ingresando a la parte final de su cosecha con notables complicaciones que podrían llevar a un recorte en las expectativas productivas.
Este año se caracterizó por una siembra tardía debido a la demora en las lluvias al inicio del ciclo 2023/24, lo que sumado a las recientes precipitaciones, explica el porqué de un avance de recolección que apenas alcanza el 42,8% de los lotes, situándose 17,8 puntos porcentuales por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
Normalmente, para esta época, la cosecha debería estar entrando en su fase final, pero hasta la fecha, no se ha recogido ni la mitad de los lotes.
El clima adverso, principalmente en el sur del área agrícola, especialmente en los núcleos girasoleros del sur de Buenos Aires, ha generado rendimientos variables y por debajo de las estimaciones, afectados por las condiciones climáticas desfavorables de enero y febrero, así como por eventos aislados de granizo.
Además de estos retos, el sector se enfrenta a posibles problemas de vuelco y enfermedades de fin de ciclo, lo que podría impactar negativamente las cifras finales de producción.
Pese a las adversidades, la estimación de producción se mantiene en 3,8 millones de toneladas, marcando un año desafiante para el cultivo de girasol y destacando la importancia de adaptarse a los cambios climáticos y sus efectos en la agricultura.
Estas complicaciones subrayan un capítulo importante en el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, evidenciando cómo los factores climáticos juegan un rol crucial en la producción agropecuaria, no solo en Argentina sino en la región.