El impacto de el niño en los precios de alimentos agudiza la inflación en América Latina
Los precios al consumidor en Brasil, Chile y México han experimentado aumentos superiores a los esperados en enero, destacando los desafíos para las políticas monetarias en América Latina.
La inflación anual se ha acelerado en estos países debido principalmente a presiones renovadas sobre los costos de los alimentos, exacerbadas por el patrón climático de El Niño.
En Brasil, la inflación anual superó inesperadamente el rango de tolerancia del banco central, situándose en un 4,51%. Chile vio cómo los precios al consumidor aumentaron más de lo previsto, alcanzando un 3,8% interanual, mientras que México experimentó un incremento en el costo de vida del 4,88% en 12 meses, marcando el tercer mes consecutivo de aceleración.
El aumento en los precios de alimentos y bebidas ha sido notable; en Brasil, se registró un incremento del 1,38% en un mes, con productos como zanahorias, papas y frijoles liderando las subidas. Chile experimentó un aumento del 1% en alimentos debido al costo de carne, pan y cereales, y en México, el precio de frutas y verduras se disparó un 9,53%.
Este escenario plantea retos significativos para los responsables de política monetaria de la región al considerar futuras rebajas en las tasas de interés. El fenómeno de El Niño ha provocado inundaciones y sequías que amenazan los cultivos, contribuyendo a la inflación alimentaria y planteando el riesgo de que estos aumentos se trasladen a otros bienes y servicios.
Los bancos centrales de la región han comenzado a reducir los costos de endeudamiento, con Brasil y Chile implementando recortes significativos en sus tasas de interés. Sin embargo, la volatilidad climática y sus efectos sobre los precios de alimentos representan un riesgo continuo, con El Niño regresando con fuerza en el verano sudamericano, afectando cultivos clave como el arroz y las papas.
En México, se espera que el banco central mantenga estables los costos de endeudamiento antes de realizar su primera reducción en marzo, mientras que en Chile, las recientes subidas en las tasas de swap indican que el informe de inflación podría limitar la flexibilidad de la política a corto plazo.
El Niño se señala como el principal culpable de las presiones sobre los precios de los alimentos en toda la región, con economistas destacando la necesidad de cautela en los recortes de tasas de interés ante los riesgos que aún representa este fenómeno climático.
Este panorama subraya la importancia de adoptar medidas preventivas y de adaptación frente a los cambios climáticos y sus impactos económicos, para mitigar los efectos adversos en la inflación y en la seguridad alimentaria de la región.