La ola de calor amenaza la cosecha récord en el oeste bonaerense
El oeste bonaerense, una de las principales regiones agrícolas de Argentina, se enfrenta a una severa amenaza para su cosecha récord debido a una persistente ola de calor.
Los productores locales están cada vez más preocupados por el déficit hídrico y el estrés térmico que están experimentando cultivos clave como la soja y el maíz durante el desarrollo de la campaña gruesa.
Ariel Bianchi, ingeniero agrónomo activo en la zona de San Nicolas de los Arroyos y Pergamino, expresó su inquietud: "Uno mira para delante y lo único que ve son altas temperaturas y no lluvias. El hecho de no tener reserva de humedad en el suelo, si esto sigue así, en pocos días se va a ver muy rápidamente el deterioro de los cultivos".
En Carlos Tejedor, el productor agropecuario Francisco Mendiverri también manifestó su preocupación, señalando que, a pesar de un buen comienzo, ahora "solo hay hojas secas". El acceso al agua es un problema creciente, no solo para los cultivos sino también para el ganado, con algunos productores viéndose obligados a comprar agua a precios elevados.
En la región de Trenque Lauquen, la situación no es diferente. Matias Peluffo, productor tambero de Corazzi, mencionó que las tasas de crecimiento del pasto han disminuido considerablemente debido a la falta de lluvias.
Mientras tanto, Hernán Moreno, presidente de la Sociedad Rural de Azul, comentó que las sojas de segunda muestran buenas implantaciones, aunque las fechas de siembra son un poco atrasadas. La situación climática de marzo será decisiva para el rendimiento final.
A pesar de estos desafíos, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reporta un panorama alentador para la soja en la zona núcleo del país, con estimaciones de producción y rendimiento superiores a las del año anterior. Sin embargo, es crucial un suministro adecuado de lluvias en febrero para mantener el potencial de rendimiento.
Este contexto subraya la importancia de considerar las condiciones climáticas extremas y su impacto en la agricultura, especialmente en una región tan crucial para la producción de alimentos como el oeste bonaerense. La persistencia de altas temperaturas y la falta de lluvias se perfilan como desafíos significativos para los productores, quienes buscan maneras de mitigar el impacto y proteger sus cultivos y ganado.